Simplemente el aroma que desprende la masa al elaborarla, ya dan ganas de hincarle el diente ("contenerse", por favor). Y después al hornearla...¡ya es una pasada!
Así que con estos antecedentes...no puedo más que animarte a que lo hagas en casa. Estoy segura que lo repetirás.
BRIOCHE DE CHOCOLATE Y FRESA:
- Ingredientes:
- 250g de harina de fuerza (13% proteína)
- 12g de levadura fresca
- 1 huevo "M"
- 100g de leche
- 60g de azúcar
- 5g de sal
- 100g de mantequilla en pomada
- 15g de cacao en polvo
- 1/2 cucharada de canela en polvo
- Pepitas de chocolate negro al gusto
- 1/4 vaso de leche + 2 cucharadas de azúcar para pincelar
- Elaboración:
- Templamos la leche (solo templar, no queremos que esté caliente y mucho menos que hierva, ya que sino "mataríamos" a las levaduras). La vertemos en un cuenco.
Añadimos la levadura desmenuzada y la disolvemos en la leche. A continuación, añadimos 3 cucharadas de nuestra harina. Removemos para formar el prefermento y lo dejamos reposar tapado con un paño durante 30- 40 minutos (esto dependerá del calor que haga en tu cocina).
Pasado el tiempo, verás que el prefermento se ha tornado en una masa llena de burbujas....¡Ahí hay vidilla!
En el bol de la amasadora, echamos la harina restante, el huevo, el azúcar, la sal, el cacao y la canela en polvo y el prefermento que hemos elaborado antes.
Siempre con el gancho de la amasadora, amasaremos hasta que veamos que obtenemos una masa homogénea, pegajosa, en la que ya se puede ver como el gluten se va desarrollando (verás las pequeñas fibrillas que cuando se desarrollen formarán la malla del gluten).
En este punto añadimos la mantequilla en taquitos, y seguimos amasando hasta que nuestra masa tenga un aspecto liso, suave al tacto, ya no sea pegajosa a las paredes del bol y su gluten está totalmente desarrollado (se ha formado la malla). Este proceso puede tardar unos 20 minutos. ¡Vamos, que tienes ante ti una señora masa de brioche!
Puedes terminar de amasar a mano si lo deseas utilizando la técnica del amasado francés o de Bertinet. En varias ocasiones te he comentado que es algo que a mi personalmente me encanta hacer, no solo por el simple placer de amasar, sino porque compruebo de primerísima mano (y nunca mejor dicho) el estado de la masa.
Dejamos reposar nuestra masa en un bol previamente untado con un pelín de aceite y tapado con film durante toda la noche, desgasándola antes de irnos a dormir. Para ello solo debes apretarla ligeramente con los dedos. Escucharás como sale el gas de la fermentación.
A la mañana siguiente, verás como tu masa ha aumentado su volumen hasta mínimo duplicarlo.
Cubrimos con papel de horno un molde rectangular. El mío tiene unas medidas de 25cm x 65cm x 7cm.
Enharinamos levemente la superficie donde vayamos a trabajar, quitando siempre el exceso de harina y estiramos nuestra masa dándole forma rectangular. Nos debe quedar un grosor de unos 0.5cm.
Esparcimos sobre ella las pepitas de chocolate dejándonos un margen en uno de sus lados largos y la enrollamos.
Ahora partiremos el rollito por la mitad, quedándonos dos tiras que enrollaremos entre si para obtener una trenza.
Escondemos las puntas por debajo del brioche hasta que nos quede de la medida del molde que vayamos a usar y lo introducimos en él. Pincelamos con la mezcla de leche y azúcar y lo dejamos reposar dentro del horno cerrado durante unos 40- 50 minutos. Dependiendo del calor que haga en tu cocina ;-)
¡Ya queda poco!
Pasado este tiempo, verás que la trenza ha aumentado su volumen, aunque no llega a duplicarlo.
Es el momento de pincelar con la mezcla de leche y azúcar de nuevo y hornear (horno precalentado anteriormente) a 180ºC durante 35- 40 minutos. Verás que tu brioche se dora y sale un aroma que hará que tengas a tus vecinos en la puerta, jajaja!
Cuando esté listo, retíralo del horno y déjalo reposar 10-15 minutos antes de desmoldarlo y pasarlo a una rejilla para que se enfríe del todo.
No tengas miedo a su elaboración. Es cierto que requiere algo más de práctica, conocimiento y paciencia que por ejemplo unos cupcakes, pero el trabajo siempre se ve recompensado cuando te comes un trozo de esta maravilla.
Y además, aquí, al otro lado de tu pantalla, estoy yo, dispuesta a ayudarte con cualquier duda que se te presente. ¡Así que no hay excusas para no liarse ya! Y recuerda compartir esas recetas del blog que te animes a hacer en casa en redes sociales etiquetándome para que pueda verlas ;-)
Ah! El molde en el que he horneado este brioche y las pepitas de chocolate ( que me encantan y te recomiendo ya que son al 62% de cacao) los puedes encontrar en My Karamelli.
Hasta la próxima receta.
Abrazos