Es un plato ideal para quienes queréis tomar verdura pero se os hace cuesta arriba. El toque de bechamel y queso añade mucho sabor pero sin enmascarar la verdura. ¿Y qué decir del brócoli? Este alimento es un eficaz aliado frente a ciertos tipos de cáncer y enfermedades degenerativas. Pero no solo influye en nuestra salud física, ya que contiene triptófano, un aminoácido esencial considerado como un estupendo antidepresivo y calmante natural.
INGREDIENTES:
2 o 3 ramas de brócoli
100 gr de nueces peladas y un poco troceadas
1 puñado de piñones
80 gr. de queso parmesano en polvo
1 litro de leche caliente
40 gr. de mantequilla
40 gr. de harina de trigo
nuez moscada en polvo
pimienta recién molida
sal
ELABORACIÓN:1. Lavamos el brócoli y lo dividimos en pequeñas ramitas.
2. Cocinamos el brócoli con una pizca de sal en un recipiente de cocción al vapor durante unos 10 minutos.
3. Mientras tanto vamos a preparar la bechamel.
Ponemos una cacerola a fugo moderado con la mantequilla.
Cuando se derrita agregamos la harina y removemos durante unos minutos para que ambos ingredientes se mezclen y se tueste un poco la harina.
Retiramos del fuego momentáneamente, añadimos la cuarta parte de la leche caliente y removemos constantemente con una varilla manual hasta que no queden grumos.
Llevamos de nuevo al fuego y añadimos el resto de leche poco poco y sin dejar de remover.
Condimentamos con la nuez moscada, una pizca de pimienta y sal al gusto.
Por último, incorporamos la la bechamel las nueces y los piñones. Mezclamos bien y retiramos del fuego.4. En una fuente honda apta para horno colocamos el brócoli, sobre él la bechamel y encima el queso bien distribuido.
5. Horneamos unos diez minutos en el horno precalentado a 200º.
¡Buen provecho!!!
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