Ya, ya sé que no es precisamente así pero yo lo he adaptado jajaja
Estas últimas semanas he estado de exámenes, por eso no he pasado a dejar ninguna receta. Pero he sacado un hueco y esta semana traeré nuevas ideas para el día más romántico del año.
Aunque yo creo una cosa, el día del amor debería de ser todos los días del año! ¿No creéis? Siempre es buen día para decir te quiero a tu familia, pareja y amigos; y por supuesto, para regalarles algún detalle hecho por vosotros mismos, y como un día romántico es mucho mejor con algo dulce, aquí vengo yo a endulzaros el día!
La primera receta del bog fue un brownie de oreo increíblemente rico, mi postre favorito diría yo. Y desde entonces no subía ningún brownie.
Así que como me gustó tanto la combinación de choco blanco y fresas de los cupcakes que hice en navidad; he hecho un brownie con estos mismos ingredientes.
No... no está bueno. Está RIQUÍSIMO.
De muerte, de verdad os lo digo.
Ya sabéis que el brownie es perfecto porque queda muy jugoso y "pringoso" por dentro, como digo yo, porque no queda del todo cocido y eso a mí me encanta.
Ya sé que la palabra "pringoso" no le hace mucha justicia, pero no se me ocurre una mejor jajaja
Pues lo que os digo, este brownie está buenísimo y para mi sorpresa no es nada empalagoso, a pesar de llevar chocolate blanco, que es más dulce que los demás.
(Mmmmm un capuccino por favor!)
Se hace muy rápido, así que es una buenísimas opción para hacer un desayuno romántico o una merienda, o lo que queráis! Pero tenéis que probarlo.
¡Vamos con los ingredientes!
Ingredientes:
- 120 gr de chocolate blanco
- 60 gr de harina
- 35 gr de azúcar
- 40 gr de mantequilla
- 1 huevo L
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 3 fresas troceadas en cuadritos
(Yo usé un molde en forma de corazón, por lo que no os puedo dar medidas, pero estas cantidades dan para un molde de 15x15 aproximadamente, o de 20x20 para que quede más finito)
Preparación:
1. Precalentamos el horno a 175º y preparamos el molde engrasándolo.
2. Al baño maría o en microondas derretimos el chocolate con la mantequilla. Si lo hacéis en microondas, primero lo metemos 30 segundos, sacamos y removemos, y volvemos a meter al micro de 15 en 15 segundos hasta que esté completamente derretido, con cuidado porque se puede quemar muy rápido, por eso yo prefiero hacerlo al baño maría. Cuando esté listo, reservamos para que se temple.
3. En un bol, ponemos el azúcar con el huevo y batimos hasta que obtengamos una mezcla esponjosa y que haya blanqueado un poco.
4. Añadimos a esta mezcla el chocolate derretido con la mantequilla, mezclamos bien y echamos la esencia de vainilla.
5. A continuación, tamizamos la harina sobre la mezcla y con movimientos envolventes integramos bien, hasta que quede homogéneo.
6. Por último, añadimos las fresas troceadas y volvemos a mezclar.
7. Vertemos sobre el molde y llevamos al horno durante 25-30 min aproximadamente, dependiendo del horno.
8. Comprobamos que está listo pinchando un palillo y viendo si sale limpio.
9. Cuando esté frío podéis decorar con azúcar glass por encima, chocolate o lo que más os guste!
¿Qué os parece?
¿No os apetece un trocito? ¡Cuidado porque si lo hacéis, no durará más de un día!
Espero que os haya gustado y si lo hacéis, ¡mandadme vuestras fotos por las redes sociales!