Esta es la receta más rápida de la historia de este blog, este Bundt aún está de cuerpo presente en mi cocina y ya está subido al blog. Normalmente los dulces que veis publicados hace tiempo que ya desaparecieron de este mundo y han pasado a la cintura y posaderas de los comensales.
Pero este Bundt de Coco, sin mantequilla y calado con un almíbar de vainilla se lo merece.
Los que me seguís por las redes habréis notado (o eso espero?jejeje) que estas semanas no he estado muy activa, pero entre que ingresaron a mi suegra, que está totalmente recuperada ya, gracias a Dios y que han operado a mi hija mayor, no he tenido ni tiempo ni mucho ánimo de estar tan activa en las redes, cosa que me encanta y he de deciros que os he echado mucho de menos.
Ambas están recuperadas totalmente, y como a mi suegra le encanta el Pan de Plátano y a mi hija le encantan los bizcochos "pa mojar" o desayunar sin cremas.
Así que hoy me he encendido el horno que ya tenía hasta palpitaciones y sudores fríos, que yo creo que a eso se le llama "pasar el mono" de tanta inactividad reposteril.
Ahora eso si, he pasado las "asuras de la muerte"
-400C oiga!
-400C en Mayo!
-Al borde de la lipotimia he estado, pero yo he horneado para mis enfermitas, como una valiente!
Este Bundt es de mi amiga Anna Bonilla de Kyras Cookies, nos os perdais su página es para enmarcarla.
Anna es más conocida por la maravilla de galletas que pinta, es una artista de los pies a la cabeza y más maja que las pesetas.
Pero le pasa lo que a mi, que además de hacer galletas pintadas, también hornea otras cosas, como yo, que además de macarons hago otras cosas?
Cuando le vi este bizcocho de Coco me enamoré, Anna lo hace en un molde redondo desmoldable de 20/22 cm pero yo tenía este molde de Nordic Ware que me habían regalado mis amigas por mi cumple sin estrenar?
-No lo pude "de evitar"
-TENÍA QUE ESTRENARLO!
-Me entendéis ¿no? Con tanto hospital no había podido estrenarlo, era ya una cosa de vital necesidad!
Ademas es totalmente apto para intolerantes a la lactosa, ya que no lleva mantequilla ni lacteos, y también es bajo en grasas, no me digáis que no lo tiene todo. La humedad se la aporta el almíbar con el que lo vamos a calar.
Por cierto, la tetera que veis en el fondo de las fotos me la dejó mi amiga Rosie (que una no gana para tanto menaje para las fotos) pintada a mano, a que es una cukada?
INGREDIENTES:
6 huevos
250gr de azúcar
250gr de harina
1 sobre de levadura
Una pizca de sal
100gr de coco rallado
Para el almíbar
300gr de azúcar
400ml de agua
Una copita del licor preferido, yo he optado por poner una cucharadita de esencia de vainilla.
ELABORACIÓN:
Primero hacemos el almíbar y reservamos, para ello ponemos en un cazo todos los ingredientes, los llevamos a evolución y dejamos hervir unos minutos.
Para el bizcocho, batir los huevos con el azúcar con la batidora y el accesorio de las varillas, hasta que doble el volumen y blanqueen.
Cernimos la levadura con la sal y la levadura, añadimos el coco.
Incorporamos esta mezcla en tres veces a la mezcla de huevos y azúcar, con cuidado para no perder el aire que hemos conseguido batiendo anteriormente.
Engrasamos bien nuestro molde, que puede ser redondo normal o molde de Bundt, si es necesario extendemos con una brocha.
Dejamos caer la mezcla por un lado de nuestro molde Bundt para que vaya acomodándose por todos los rincones y hendiduras del molde.
Golpeamos suavemente el molde, tomando la precaución de poner un paño de cocina, sobre la encimera para que salgan todas las burbujitas y para ayudar a que la mezcla penetre por todo el molde.
Horneamos a 1600C unos 30 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta esta salga limpia.
Empezamos a calar nuestro bizcocho con una brocha o un biberón, procurando poner casi todo, reservamos una parte.
Volemos a meter el molde en el horno apagado, por 10 minutos mas.
Pasado este tiempo lo sacamos dejamos reposar 10 minutos en una rejilla y procedemos a desmoldar.
Decora con un poquito de coco rallado y a disfrutar!
Como siempre os dejo con el verdadero pedacito de cielo, este versículo es muy especial para mi hija y para mi, ya que nos sostuvo los minutos antes de la operación mientras esperábamos que se la llevaran a quirófano.
"Clamé ¡Me resbalo! Pero tu amor inagotable, oh Señor, me sostuvo.
Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría." Salmo 94:18-19