Que sí, que los carnavales son en febrero, bueno o a finales de enero, que cada vez empiezan antes. Y no es que se me haya vuelto loco el calendario pero es que no se me ocurrió mejor manera de titular esta entrada.
Y es que parecen realmente muffins, pero tienen la textura y el sabor de los buñuelos y la ventaja de no tener que freírlos.
Como dirían en los 40 principales, "se colocan en su primera semana en el top 10 de la lista", de mi lista de favoritos, claro está.
¡Y yo que quería empezar a cuidar la línea! No he podido resistirme y me he comido dos ¿Por qué estarán tan buenos?
Son, como todas las recetas que les propongo, facilísimos de hacer.
Vamos a necesitar estos ingredientes para la masa:
75 grs. de mantequilla sin sal
2 huevos medianos
200 ml. de leche
275 grs. de harina simple de trigo
3 cucharaditas de levadura en polvo
una pizca de sal fina
100 grs. de azúcar glas.
1 cucharadita de extracto de vainilla
Mermelada (la que más nos guste)
Y estos para el acabado:
100 grs. de azúcar normal
1 cucharadita de canela molida
50 grs. de mantequilla sin sal.
Lo primero es preparar nuestro molde con las cápsulas y poner a calentar el horno a 180º.
Derretimos la mantequilla y dejamos que se enfríe. Yo lo hago en el microondas a temperatura media.
Ponemos en un bol los huevos, la leche, la esencia de vainilla y la mantequilla derretida y lo batimos bien todo junto.
Tamizamos juntas la harina, la levadura, la sal y el azúcar glas en otro bol y le añadimos la mezcla anterior.
Revolvemos con una cuchara de madera hasta que tenga una textura homogénea.
Cubrimos el fondo de las cápsula con la mitad de la masa.
Ponemos una cucharadita de mermelada a cada buñuelo/muffin y cubrimos con el resto de la masa.
Horneamos a 180º durante unos 20-25 minutos (en mi horno es lo que tardaron pero puede que en el tuyo varíe un poco).
Sacamos y dejamos 5 minutos en el molde antes de ponerlos a enfriar sobre una rejilla.
Para el acabado, derretimos la mantequilla y, aparte, mezclamos el azúcar con la canela.
Empapamos la parte superior con la mantequilla y rebozamos en la mezcla de azúcar.
Si se fijan un poco verán que se me salió algo de mermelada mientras se horneaban. Es que le puse una cucharada grande en vez de una pequeña. Cuestión de gustos.
Dejamos enfriar y servimos.
Bueno, eso de dejarlos enfriar... Yo me comí el primero aún tibio y es como mejor están, al menos para mi gusto.
Cuando los hagas escríbeme y cuéntame como los prefieres tú.