Prepararlos me ha traído muchos recuerdos de mi infancia. Mi madre elaboraba pasta fresca a menudo: tallarines, tortellinis, canelones... y por supuesto, ñoquis.
Cuantas veces me vi ayudándola a rizar los pequeños trocitos de masa con la ayuda de un tenedor cuando yo era apenas una niña. ¡Me encantaba!
Ella solía hacerlos a la manera tradicional, con papas, pero estos no la llevan, por lo que la textura es algo más cremosa.
Este es el resultado final. ¿Se ven deliciosos verdad?
Estos son los ingredientes que necesitaremos para prepararlos. Con estas cantidades te dará para cuatro platos muy bien servidos:
500 grs. de queso fresco (tipo ricota)
1 huevo L
100 grs. de queso rallado
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta
1 pizca de nuez moscada
150 grs. de harina simple de trigo (puede que un poco más dependiendo de la calidad de la misma)
En un bol pondremos el queso fresco, el queso rallado, la sal, la pimienta, la nuez moscada y el huevo y mezclamos bien.
Añadimos la harina poco a poco y vamos mezclando con una cuchara de madera hasta que obtengamos una masa bastante blanda. Añadiremos un poco más de harina, si hiciera falta, hasta obtener la consistencia adecuada, pero sin pasarnos para que no se queden duros. Podemos acabar de amasar con las manos cubiertas de harina para que todos los ingredientes queden bien integrados.
Volcamos sobre la encimera o la mesa cubierta de harina y vamos tomando porciones de masa para formar cilindros alargados que cortaremos en pequeños trocitos de aproximadamente 1 cm.
Si quieres, puedes dejarlos así o darles la forma característica del ñoqui haciendo rodar cada pedacito por los dientes de un tenedor presionando suavemente.
Los iremos poniendo sobre una superficie enharinada para evitar que se peguen entre sí.
En un caldero pondremos abundante agua al fuego y cuando esté a punto de hervir le añadiremos la sal.
Vamos guisando los ñoquis por tandas. Sabrás que están listos cuando veas que suben a la superficie. Yo los dejos 1 minuto desde ese momento y los voy sacando a la vez que los escurro.
Los vamos dejando en un bol o una fuente hasta que estén todos hechos.
Prepara tu salsa favorita y añádela a los ñoquis. Yo los hice con una salsa de tomate con nata (crema de leche) y albahaca fresca.
Te aseguro que son "lujuriosos".