Me han encantado, están buenísimos y en contra de lo que parece no cogen mucho aceite al freírlos. De hecho la bollería en general, hecha en casa y frita, no me resulta para nada que chupe mucho aceite. Unos filetes de pollo empanados chupan bastante mas, al menos esa es mi percepción.
Ingredientes:
250 grs de calabaza limpia, sin piel
15 grs de levadura fresca
3 cucharadas de azúcar
Harina, la que admita
Primero asamos la calabaza. Yo la metí en el microondas cortada en daditos durante unos 15 minutos. Luego la trituré con la batidora. Añadir la levadura desmenuzada, las 3 cucharadas de azúcar y fui echando harina hasta que tuve una masa homogénea, fácil de manejar y que aún se quedaba un poco pegajosa. Tiene que quedar blandita. Se trabaja bien para que sea uniforme, sin grumos. Se pone en un bol tapada y se deja levar alrededor de una hora y media, hasta que triplica su volumen.
Pasado el tiempo, se prepara una sartén con aceite, yo de girasol. Se echa un trocito de cáscara de limón para que no deje olor en la cocina, esto es opcional pero funciona muy bien, y se pone a calentar el aceite. Vamos cogiendo trozos de masa con una cuchara y con las manos mojadas en agua, damos forma al buñuelo haciendo un círculo en el centro. Es fácil y se hace muy bien. Se van friendo a fuego medio, no muy alto que se queman. Se ponen en papel absorbente y una vez fríos se rebozan en azúcar.
En las recetas que he visto no añaden azúcar en la masa pero yo de otras veces que he hecho algún dilce de este tipo siempre me ha parecido que faltaba.