Ya sabéis que no me gusta tirar nada y me ha llamado la atención su sección "aprovechar comida" porque pienso que la cocina de aprovechamiento es práctica, necesaria, creativa y muy rica. Dentro de esta sección, he elegido las caracolas saladas de hojaldre porque me encanta el hojaldre y son unos aperitivos fáciles, rápidos de preparar y quedan genial.
Los ingredientes que necesitamos para mi versión de esta receta son:
1 masa de hojaldre
200 g de queso crema
200 g de jamón de York
queso rallado
orégano (opcional)
Vamos a utilizar queso crema sin lactosa y taquitos de jamón de York.
En la receta original, Maribel no utiliza orégano pero como me gusta mucho las especias le he puesto un poco de orégano que va muy bien con este tipo de masas.
Preparación:
Lo primero es precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Colocamos papel de hornear sobre una bandeja de horno.
Si los taquitos de jamón de York son muy grandes, los cortamos en trozos más pequeños y reservamos.
Estiramos la masa y untamos el queso crema teniendo en cuenta que debemos dejar un dedo sin queso para que cuando enrollemos la masa pueda pegarse.
Sobre la capa de queso ponemos el jamón de York troceado y espolvoreamos un poco de orégano.
Enrollamos hasta el final y cortamos la masa en lonchas de un dedo de ancho. Colocamos las rodajas sobre la bandeja de horno.
Batimos el huevo y pintamos las rodajas con ayuda de una brocha. Para terminar, ponemos un poco de queso rallado por encima y llevamos al horno a una altura media alta.
Horneamos durante 13 minutos o hasta que adquieran un color dorado.
Presentación:
Cuando las caracolas estén hechas, las sacamos del horno y los servimos en una fuente. Espolvoreamos un poco más de orégano y llevamos a la mesa.
No me digas que este plato no es ideal para un entrante, aperitivo o para picar mientras vemos nuestra serie preferida, una película o un partido.
Bon appétit!