Cuando empezó hace unos años el "boom" de "Halloween", esta fiesta americana, pensaba que era una fiesta más encarada al comercio. Bien es cierto que es así, pero ahora lo miro desde otro punto (será la edad)...
Hace mucho tiempo que lo celebro todo porque si no buscas tus "buenos momentos", normalmente no suelen llegar por su propio pie.
Desde hace unos años celebro todo, sí, sí todo; los santos, aniversarios, cumpleaños, San Valentín, Halloween, ir al médico y que te diga que todo está bien...
¿no es motivo importante para celebrarlo?
Aunque sea con un refresco, pero hay que brindar por ello...
Hoy te dejo un dulce postre para estas tardes de sofá y manta.
En cataluña se llaman carquinyolis, pero los puedes encontrar en las tiendas como biscotes dulces, se parecen a los cantuccini italianos.
Los carquinyolis son unos dulces secos y crujientes hechos con harina, azúcar, huevo y habitualmente almendra. Son ideales para tomar en la sobremesa y ahora que se acerca halloween, si los acompañas de un chupito de moscatel mientras "picas" unas castañas asadas..., Mmmm ni te cuento.
He querido cambiar la almendra por los pistachos y he añadido chocolate con leche sin lactosa. Si no eres intolerante a la lactosa, te aconsejo que utilices un chocolate entre 60 y 75% de cacao. Han quedado deliciosos y ¡¡¡crujientes!!! lo fundamental de este delicioso dulce. Si los conservas en una caja metálica de galletas (bien cerrada) o en bolsitas de celofán, a la semana seguirán estando crujientes como el primer día.
Un dulce muy sencillo de preparar y que a los niños les encantará echarte una mano.
El resultado lo mejor: ¡Exquisito! No debes dejar de hacerlos.
INGREDIENTES PARA 20 CARQUINYOLIS:
125 gr. de chocolate (utilicé uno sin lactosa)
10 gr. de mantequilla
110 gr. de harina con levadura
20 gr. de azúcar moreno
1 huevo
1/2 cucharadita de vainilla
60 gr. de pistachos pelados
Azúcar glasé para espolvorear
Unta con mantequilla una hoja de papel vegetal y coloca encima de la bandeja del horno. Reserva
Trocea 40 gr. de chocolate y reserva.
Coloca el resto de chocolate en un cazo con la mantequilla.
Remueve a fuego medio/bajo hasta que estén diluidos los ingredientes.
Deja enfriar.
Precalienta el horno a 190ºC.
Separa la cáscara de los pistachos y trocea ligeramente con ayuda de un cuchillo o una picadora.
En un bol grande, añade la harina tamizada, los pistachos picados, el huevo, el azúcar y el chocolate.
Mezcla los ingredientes hasta que estén bien integrados.
Reparte la masa en dos bolas y forma un rectángulo de unos 25/30 centímetros y 2 centímetros de alto aproximadamente. Coloca encima de la hoja de papel vegetal reservada.
Con ayuda de un cuchillo, corta la masa en trozos de 1,5/2 centímetros.
Hice la prueba y un trozo lo corté antes de hornear y el otro después para probar qué era lo más práctico, y la verdad que más o menos igual aunque pienso que es más práctico antes de hornear. Una vez horneado deberás repasar el corte pero no "peligra" tanto el que se pueda romper.
Introduce en el horno precalentado a 190ºC durante unos 20 minutos hasta que suban y se doren. Retira del horno y reduce la temperatura a 160ºC.
Si quieres cortar los trozos una vez horneado, deberás esperar unos 20 minutos a que enfríen para evitar que se rompan. Distribuye los trozos en la bandeja del horno y hornea nuevamente otros 15 minutos a temperatura 160ºC.
Coloca encima de una rejilla y deja enfriar.
Una vez hayan enfriado, espolvorea azúcar glas por encima (opcional).
Los podrás conservar en una caja de galletas unos cuantos días y si lo prefieres, se conservan muy bien en bolsitas de celofán.
Tú también caerás...