Sí, hoy queremos disfrutar como niños con un gran clásico de nuestra gastronomía, bueno vale, hay varias versiones sobre su origen (desde que llegaron de China a Europa de la mano de portugueses, hasta que fueron inventados por pastores españoles), pero lo que está claro es que aquí lo disfrutamos de lo lindo, por tanto, id preparando un buen chocolate a la taza, porque con esta entrada aprenderemos a hacer unos deliciosos “churros caseros”.
Para hacer, más o menos, una docena de churros caseros necesitaremos:
1 taza de harina de trigo
1 taza de agua
1 pellizco de sal
Azúcar
Aceite para freír
Ya veréis que el proceso es muy, pero que muy, sencillo. Empezaremos poniendo un cazo en el fuego, verteremos en él el agua con la pizca de sal y la llevaremos al punto de ebullición. Una vez el agua hierba, retiraremos el cazo del fuego e inmediatamente le pondremos toda la harina de golpe.
Una vez añadida la harina empezaremos a mezclar con la ayuda de una cuchara de madera (o del utensilio que más os guste). Mezclaremos bien hasta que consigamos que la masa, sin grumos, no se pegue a la pared. ¡Ojo! No es necesario que queda una masa uniforme, solo que no se pegue a la pared del cazo.
Cuando lo tengamos, cogeremos la churrera (o si lo preferís la manga pastelera) y la cargaremos con la masa que acabamos de hacer, apretándola para que no queden bolsas de aire en su interior.
A continuación, pondremos una sartén al fuego con abundante aceite. Cuando el aceite esté muy caliente iremos añadiéndole los churros del tamaño y forma que más nos guste (lazo, rectos, etc.) y lo cocinaremos hasta que tenga un color dorado en toda su superficie. Cuando lo consigamos, pondremos los churros sobre papel absorbente para quitarles el exceso de aceite. Repetiremos este paso mientras tengamos masa en la churrera.
Finalmente, espolvorearemos con abundante azúcar y nos dispondremos a disfrutar:
Churros con chocolate a la taza, la pareja perfecta
¿El acompañamiento? Totalmente al gusto, puede ser con un chocolate a la taza, nata (crema de leche), café con leche, dulce de leche, etc.
¡Buen provecho!