Llevaba ya ella bastante tiempo haciendo campaña para que le hiciera algún día churritos para desayunar y el asaltablogs invisible vino a solucionarle la papeleta porque cuando me llegó el correo indicándome cuál era el blog que yo tenía que asaltar y vi la receta de los churros, ya no me lo pensé más.
El blog en cuestión tiene un nombre que a mí me resulta difícil de pronunciar: apfelstrudelkuchen. Pero, a cambio, está lleno de recetas muy ricas y apetecibles, podéis verlas toditas pinchando aquí.
Ya os digo que, a la vista de los churros, yo no tuve ninguna duda, pero sí que me he guardado alguna más para el futuro, que esto de asaltar blogs impunemente es muy adictivo.
Gracias, Sandra, por tener un blog tan rico y gracias en nombre de mi cachorrita pequeña por enseñarme a hacer churritos para desayunar.
Receta de churros
Para la masa:
1 vaso de agua
la misma medida de harina
1 pizca de sal
abundante aceite de oliva virgen extra para freír.
Para acompañar:
azúcar para rebozar
una buena taza de chocolate o de café o de lo que más te guste.
Necesitarás, además, una manga y una boquilla estrellada o, en su defecto, una churrera.
En un cazo, ponemos el agua con la pizca de sal a calentar. Cuando comience a hervir, retiramos del fuego y añadimos la harina de golpe.
Removemos bien para que se forme una masa bien espesa y sin grumos. Dejamos reposar tapada mientras continuamos.
Ponemos el aceite a calentar en una sartén profunda.
Rellenamos la manga o la churrera con la masa y, cuando el aceite esté bien caliente, vamos echando porciones de masa directamente sobre el mismo**, dándoles la forma que más nos guste.
Yo hice algunos en forma de bastón y a otros traté, con éxito dispar, de darles la clásica forma de lazo que tienen los churros en Madrid.
Dejamos freír en el aceite hasta que estén doraditos, a nuestro gusto, sin que se quemen y, al sacarlos, los dejamos sobre una rejilla para que suelten el exceso de aceite y no se ablanden como ocurriría si los pusiéramos sobre un papel absorbente.
Pasados unos minutos, rebozamos con azúcar y ¡¡a comer aún calentitos!!Deliciosos, no tienen parangón, como suele ocurrir con todo lo hecho en casa, con los comprados, por muy buena que sea la churrería.
**A tener en cuenta: ve añadiendo los churros al aceite poco a poco. No llenes la sartén de masa porque se pegarían, cuida que tengan espacio suficiente.
¡¡Felices desayunos y meriendas!!
Si quieres otras dulces sugerencias:
Suizos, para tomar solos o rellenos, tostados o "al natural". Sencillamente deliciosos.
Bollicaos caseros, rellenos de nocilla, ¡ñam!
Doowaps caseros