Cilantro fresco
Pasas
Pan de chapata
Salsa de yogur (1 yogur griego, cilantro picado, medio limón, sal y aceite de oliva)
Mezclamos en un bol la carne con las pasas, un poco de cilantro picado, el curry y la cúrcuma (las medidas son relativas, a nosotros el curry nos priva, por lo que abusamos para notar el aroma hindú). Removemos bien con las manos limpias. Salpimentamos al gusto y seguimos mezclando sabores. Vamos formando las hamburguesas y tostando el pan en una sartén con un poco de aceite. Hacemos la salsa de yogur. Sencillísima y altamente efectiva: mezclamos un yogur griego (que de indio tiene poco, esa es la verdad) no azucarado con el cilantro, el zumo de medio limón o lima, una pizca de sal y aceite de oliva. Freímos las hamburguesas al gusto de cada uno. Montamos el plato: Pan de chapata, untamos con la salsa y encima la hamburguesa. Espolvoreamos un poco de curry o cúrcuma por el plato para decorar. MÉJICO: Explosión en el paladar 300 grs de carnePimiento amarilloTabascoChile molidoJalapeñosPan de chapataPico de gallo (tomates y cebolla picada, cilantro, sal, limón) Picamos muy finamente un pimiento amarillo (que le da un color distinto) y lo sofreímos unos minutos en una sartén con aceite. Mezclamos en un bol la carne con un pimiento amarillo. Añadimos unas gotas de tabasco y de chile molido. Lo mismo de siempre, ahí ya manda el paladar de tus invitados. Salpimentamos al gusto. Tostamos el pan y vamos con el pico de gallo, que es el alma mejicana del plato. Troceamos unos tomates (dejamos la piel y las semillas) y una cebolla o cebolleta. Los mezclamos con un poco de cilantro picado, sal y zumo de limón. Freímos las hamburguesas y montamos el plato. Pan de chapata, la hamburguesa, coronamos con un poco de pico de gallo y unas rodajitas de jalapeño. Decoramos con chile entero... para osados. NOTA: No lo hice pero le iría fenomenal untar la rebanada de pan con un poco de guacamole. ITALIA: Brisa del Mediterráneo 300 grs de carneMozzarellaMasa de pizza Albahaca picadaAlcaparras, aceitunas...Rúcula, tomate cherryTomate triturado y orégano Para no enloquecer demasiado, usamos masa de pizza ya preparada. Sólo hay que trabajarla un poco en una superficie limpia con un poco de harina. La estiramos bien y sacamos con ayuda de un molde o un vaso las rodajas de pan. Las tostamos en el horno unos minutos, que se doren, no se quemen. Mezclamos con la carne un poco de mozzarella picada (se podría añadir alcaparras o aceitunas picadas, que le dan un toque muy italiano) y albahaca. Salpimentamos. Freímos las hamburguesas y montamos el plato: Pan de pizza, untamos con tomate triturado y un poco de orégano seco. Colocamos la carne y coronamos con un poco más de mozzarella. Decoramos con unas rodajas de tomate cherry y rúcula. U.S.A: El salvaje oeste 300 grs de carne100 grs baconQueso CheddarCebollaRúculaSalsa barbacoa Una bomba, ya os lo digo. En una sartén sin aceite, vamos friendo el bacon en pequeñas tiras o trozos. Dejamos que se cocine hasta que quede hecho pero no crujiente. Lo mezclamos con la carne. Por otro lado sofreímos la cebolla muy fina en la misma sartén con un pelín de aceite (el bacon habrá soltado lo suyo) y la dejamos pochar unos minutos. Removemos todo bien y salpimentamos. Tostamos el pan. Freímos las hamburguesas y montamos el plato: pan de chapata, un poco de rúcula o lechuga, la carne, vertemos la salsa barbacoa por encima y decoramos con unas muescas de queso, y que se derritan lentamente con el calor de la hamburguesa. NOTA: Os dejo un link donde podéis ver cómo preparar salsa barbacoa casera http://www.thehitchcook.com/2013/07/costillas-asadas-con-salsa-barbacoa.html JAPÓN: El minimalismo culinario
300 grs de carne
6 champiñones
Salsa de soja
Jengibre fresco
Semillas de sésamo
Sal (muy poca y si es necesario)
Dejamos macerando la carne con un poco de salsa de soja y jengibre fresco picado. Cuanto más tiempo mejor, como siempre, para que absorba el sabor. La ocurrencia fue sustituir el pan por una cabeza de champiñón y fue interesante el resultado, aunque hay que hacer lo imposible para servirlo caliente. Lavamos los champiñones con agua fría y los secamos con un trapo húmedo. Les quitamos el tallo y cortamos la cabeza para quedarnos sólo con "una rebanada". Lo freímos en una sartén con un poco de aceite, que coja buen color por ambos lados. Hacemos las hamburguesas en la plancha y montamos el plato: el champiñón de base, arriba la carne, echamos un chorrito escaso de salsa Teriyaki (para darle más aroma oriental) y decoramos con unos puñaditos de sésamo. Espero que disfrutéis del post y os dejéis llevar por esta aventura. Merece la pena. ¡Que aproveche, hithcookianos! Película ideal para degustar estos platos PULP FICTION("Pulp fiction" de Quentin Tarantino, 1994) El arte de la comparación siempre resulta gratificante. Pero el proceso de este festín ha sido curioso. Miro 5 platos distintos, cada uno con unas personalidades bien definidas... Luego me dejo llevar por algún tipo de referente tipo "vidas cruzadas". Un grupo de personas separadas entre sí pero unidas por un ingrediente o trama principal. De repente se va aclarando la búsqueda, y ¡zas! Me sobreviene a la cabeza todo el universo de hamburguesas que protagoniza esta joya de la cinematografía moderna. La decisión estaba tomada: tenía que ser Pulp Fiction. Sí o sí. Este homenaje al cine (es casi como una versión de las películas de gángster de los años 30 y 40, pero con el plus de la violencia y la "no censura") es una obra cumbre en el cine actual. Cuando un tío que ha escrito Amor a quemarropa o se ha estrenado tras la cámara con un puñetazo al estómago como Reservoir Dogs, decide convertirse en referente mundial, la cosa sólo podía acabar bien. Y en efecto, Pulp Fiction supuso una bocanada de aire fresco, un delirio de diálogos, un tesoro visual, una bomba de precisión quirúrgica que nos estalló en la cara allá por el 94. Tarantino se deja llevar por sus gustos cinéfilos y compone una visión salvaje y brutal del género negro. Sus personajes son seres sin destino que se mueven entre la desesperación (los ladrones de cafeterías), la soledad (John Travolta), la religión (Samuel L.Jackson), la venganza (Bruce Willis) o la autodestrucción (Uma Thurman). Parecen títeres que actúan según órdenes en todo momento; poco a poco descubrirán que la única forma de libertad, es sublevándose. Plantando cara. Asesinando el pasado y todo lo que ello conlleve sin mirar atrás. Nuestras mini-hamburguesas conforman un grupo de personajes que pululan por el plato en busca de su propio destino. Seres que se han gestado en la rudeza de la carne cruda y que, gracias al moldeado y a los diferentes aliños, han ido evolucionando. El guión de esta receta (de forma no lineal, como el de la película) nos deja ver la violencia más pura en esa mezcla de carne y bacon (USA-La tortura en el garaje), la dominación del fuerte frente al débil con ese curry que todo lo gobierna (INDIA-Los matones frente a los niñatos del maletín), la sexualidad ardiente que emanan los jalapeños y el chile (MEJICO-La Sra. Wallace y su masaje de pies), el sutil trato de la mafia que desprende la mozzarella (ITALIA-La presencia del Sr. Lobo y su don para deshacerse de cadáveres) o el largo y reposado macerado de la soja (JAPÓN-El gran monólogo final de Julius y su visión de los "milagros"). El colorido artístico de Pulp Fiction y sus distintas visiones de un mismo hecho, terminan por coronar la comparación. Claro que a esto debo sumarle las brillantes alusiones a las hamburguesas que hay repartidas por el film. La "Hawaian burguer" que devoran los atontados mantoncillos, la maravillosa e inmortal charla sobre "Le Big Mac" o el "Royal with Cheese" de Francia, la comida final en la cafetería secuestrada... Se quiera o no, esta era la película perfecta para una combinación perfecta: pequeñas historias que acaban convirtiéndose en una obra enorme. Todo un sanguinario placer...