Ahora que llega San Juan, es costumbre en muchas ciudades las cocas. Principalmente dulces, pero también saladas. Yo había preparado hace unos meses unas cocas de verduras que estaban muy buenas y esta vez he querido acompañarlas de unas sardinillas picantes por aquello de unir la coca tradicional con un producto muy veraniego y de mi tierra como son las sardinas.
INGREDIENTES:
(para cuatro o cinco cocas)
250 gr. de harina de fuerza.
160 gr. de agua.
20 ml. de aceite de oliva
5 gr. de levadura fresca de panadería (más o menos un cuarto de la pastilla de levadura)
5 gr. de sal
PARA EL RELLENO:
8 tomates cherry
2 latas de sardinillas picantes.
Salsa barbacoa para pincelar la coca
Aceite de oliva y escamas de sal
PREPARACIÓN:
CON THERMOMIX:
Ponemos en el vaso el agua, el aceite, la sal y la levadura. Mezclamos 30 segundos a velocidad 4.
Añadimos la harina y programamos tres minutos a velocidad espiga.
Sacamos la masa y la dejamos en un bol que repose tapada.
En un par de horas la masa habrá crecido. La sacamos y con las manos enharinadas y la encimera también la dividimos por la mitad, y otra vez por la mitad. De forma que nos queden cuatro o cinco bolas mas menos iguales.
Cogemos una de las bolas y sobre un papel de horno la estiramos hasta dejar muy fina, dándole forma alargada. Podemos ayudarnos impregnando el rodillo en aceite para que no se nos pegue.
Hacemos lo mismo con las otras bolas y dejamos las cocas ya estiradas sobre papel de horno, que reposen en un sitio cálido una media hora.
Ponemos el horno a precalentar a 200º, calor arriba y abajo con ventilador, mientras preparamos el relleno.
Lavamos y cortamos los tomates cherrys en rodajas y abrimos las sardinillas por la mitad con cuidado para quitar la espina.
Sacamos las cocas y las pintamos con aceite de oliva y encima extendemos las salsa barbacoa.
Colocamos las sardinillas y las rodajas de tomate y horneamos las cocas unos 18 o 20 minutos, hasta que veamos los filos dorados.
En caliente, la regamos con un hilo de aceite de oliva virgen y espolvoreamos con escamas de sal.
SIN THERMOMIX:
Hacemos un volcán con la harina y agregamos el aceite, el agua y la levadura, vamos mezclando con una cuchara de madera hasta tener todos los ingredientes bien mezclados. Amasamos a mano un rato hasta obtener una masa lisa y brillante que se pegue ligeramente. La dejamos reposar en un bol, tapada, un par de horas.
A partir de aquí, continuamos como hemos explicado arriba.
Ponemos en el vaso, el agua, el aceite, la sal y la levadura desmenuzada. Lo mezclamos todo.
Añadimos la harina y amasamos tres minutos.
Dejamos la masa, en un bol, tapada para que repose.
En dos horas, la tenemos lista.
Amasamos un poco y hacemos cinco partes mas o menos iguales.
Cogemos una de las bolas y sobre la encimera con harina la estiramos con un rodillo, todo lo fina que podamos y le damos forma alargada. Yo pinté el rodillo con aceite y así se deslizaba mejor. Hacemos lo mismo, con las otras bolas. Las dejamos reposar media hora en un sitio cálido, por ejemplo el horno apagado.
Cuando pase la media hora, precalentamos el horno y preparamos las cocas. Ponemos aceite de oliva y lo extendemos y sobre el aceite pintamos con salsa barbacoa. Si no tenéis salsa barbacoa o no queréis ponerle, dejadla solo con el aceite de oliva, pero os aseguro que con la salsa barbacoa quedan de lujo.
Colocamos los tomates y las sardinillas y al horno. Cuando veamos los bordes doraditos, la sacamos y le ponemos un hilo de aceite y unas escamas de sal.
Una coca por persona y una buena ensalada y tenéis un menú completo.