Diferentes temperaturas
Como hemos apuntado, cada especie de pescado es distinta y por ello se conserva a temperaturas también diferentes. Se debe conservar el pescado a temperaturas medias de hasta 4ºC, aunque es óptimo que estén conservados a temperaturas algo inferiores, mientras atraviesan las diferentes fases de la cadena: la pesca, la conservación, la distribución y la compra.
En la nevera
Muchas veces, desconocemos de qué manera se conserva mejor el pescado en casa. El frigorífico es esencial para su cuidado en temperaturas medias de 2ºC aproximadamente. Aunque la mayor parte de los pescados ya se limpian en las pescaderías, si no lo están, conviene limpiarlos en casa antes de guardarlos en la nevera. Dentro del frigorífico, lo situaremos en la zona más fría con un táper o bien otro recipiente indicado para guardar pescado o marisco fresco. El pescado puede mantenerse en la nevera unos dos días, pero es mejor comerlo inmediatamente o al día siguiente. Todo dependerá del tipo de pescado.
Pescados congelados
Una de las mejores maneras de preservar fresco y en su punto al pescado es el proceso de congelación que se realiza previamente a comprarlo y obtenerlo en la pescadería para llevar a casa. El período de congelación conserva tanto a pescados como a mariscos durante mucho tiempo, conservando sus propiedades nutricionales y organolépticas relacionadas con su sabor. Una correcta congelación asegura su preservación y valores generales para ser degustado en óptimo estado.
Los mejores pescados para soportar el proceso de congelación son, de manera general, los pescados blancos. Si desea congelar el pescado en casa, hay que limpiarlo antes, trocearlo, envolverlo debidamente y meterlo en un congelador especial para ello.
Cómo descongelar el pescado
Es un acto ordinario que realizan los consumidores a diario. Si tenemos alguna duda, podemos preguntar en la pescadería, pero el proceso tradicional es usando un microondas o bien dejándolo en una zona de menos frío de la nevera. Es muy importante destacar que una vez descongelado no se puede volver a congelar, igual que sucede con otra clase de alimentos.