La temporada de fresas ya está aquí (bueno, en la frutería casi las podemos ver desde Navidad). Personalmente me encanta hacer mermelada con ellas porque es la que más me gusta para tomar en las tostadas del desayuno. La receta que os mostramos en este vídeo es la que suelo seguir, en la que se usan fresas, zumo de limón y azúcar.
Hago bastante cantidad y la envaso para luego regalar a mis hijos, algunas amigas y para poder tener reservas para los siguientes meses. El envasado de la mermelada puede sonar a algo muy laborioso, pero no lo es. Sólo hay que seguir ciertos pasos y cumplir con una buena higiene para que la conserva sea perfecta.
Lo primero que hago es esterilizar los botes y las tapas. Los botes suelen ser de otras conservas que tengo guardados, de cristal y tapa de metal que cierra a rosca. Por supuesto, bien lavados. Para la esterilización meto los botes con mucho cuidado y las tapas en una olla con agua hirviendo que los cubra unos 20-30 minutos. Al sacarlos hay que tener cuidado de no quemarse (os podéis ayudar de un trapo o unas pinzas largas) y lo mejor es echar la mermelada caliente inmediatamente. Recordad secarlos muy bien antes.
Luego, el último paso, es conseguir que la mermelada quede envasada al vacío. El método más sencillo es que una vez echada la mermelada recién retirada del fuego, es decir, caliente, en los botes, los tapamos bien y los dejamos boca abajo sobre un trapo hasta que se enfríen bien. Incluso hay quien para asegurarse mejor los deja así unas 24 horas. Con este método, en teoría, ya podemos dar por concluido el envasado al vacío y dura la conserva de mermelada unos 3 meses.
El otro método de envasado con el que las conservas duran mucho más es el tradicional, es decir, una vez cerrado el envase, se pone el bote o botes en una cazuela con agua cubriéndolos. Se pone al fuego y se dejan 25-30 minutos desde que el agua hierva (esto para botes de tamaño normal-pequeño). En este caso es aconsejable que se ponga un trapo en el fondo de la cazuela para que el cristal del frasco no se rompa.
También hay quien combina los dos métodos. Siempre hay que tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura, por lo que hay que manipular los tarros durante los procesos con cuidado. Pero lo que hay que hacer en todo caso es, al finalizar todo el proceso, etiquetar el bote con la fecha para que al almacenarlos sepamos más o menos el tiempo que llevan en la alacena.
¿Haces tus propias mermeladas y las envasas al vacío? ¿Qué método sigues?
Imágenes: primera, whitneyinchicago/Flickr; segunda, the uff da! chronicles/Flickr; tercera, facilisimo.com/Bogala