No hay nada mejor que tomarte una sangría bien fía mientras contemplas una preciosa playa, disfrutas de una buena paella o preparas una comida en familia. Tenemos que decir que nos fastidia mucho que cuándo nos sirven sangría en un establecimiento la bebida sea de lata, y es que no cuesta nada preparar una buena sangría casera, es más ¡la sangría se hace sola!
Nosotros hoy queremos compartir con vosotros nuestra versión particular de la sangría de vino, ya que la sangría casera le da 1.000 vueltas a la envasada. Una receta mucho más fácil y rápida de lo que os imagináis.
¿Qué es la sangría y cuál es su origen?
La sangría es una bebida típica de verano hecha a base de vino tinto, trocitos de fruta picada (melocotón, manzana, plátano, melón, sandía), algún tipo de endulzante y por último (y esto depende de los gustos) un chorrito de licor.
En función de la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos probaremos un tipo de sangría u otra. Por ejemplo, en Cataluña es bastante común hacer sangría de cava (se sustituye el vino por cava) y en Asturias la sangría de sidra. También podemos hacer sangría con vino blanco en lugar de tinto, y en este caso la llamaríamos sangría blanca.
El origen de esta bebida es bastante confuso, de hecho, no ha sido fácil para nosotros sacar una conclusión clara tras leer las diferentes fuentes que hemos consultado para redactar este post. Wikipedia sitúa su consumo en Ecuador en el siglo XIX, pero otros escritos atribuyen su origen en las Antillas, cuando eran una colonia británica.
Se cuenta que su nombre procede del término inglés sangree y se dice que inspiró el vocablo español sangre, dado el color rojizo de la bebida. No obstante, es una bebida cuyo consumo se ha popularizado a través de España. Prueba de ello es que uno de los nombres por los que más se la conoce es por sangría española.
¿Cómo preparar sangría?
¿Cómo se hace la sangría? La preparación de la sangría casera no requiere de ningún esfuerzo, pues como decíamos antes su elaboración se realiza por sí sola. Tan solo tenemos que contar con los ingredientes adecuados, mezclarlos bien y dejarlos reposar junto al vino para que el intercambio de sabores entre la fruta y el vino se realice correctamente. El objetivo es que todos los sabores de las frutas que se le añaden al vino se queden impregnados en él. De esta manera, obtendremos un vino dulce y con sabor a la fruta que se ha macerado en él.
A este vino le podremos añadir posteriormente otro tipo de licor, como por ejemplo vermut o brandy (de manera opcional y solo si nos gusta). En nuestra receta particular de sangría, no recomendamos añadir otro tipo de licor, ya que el contenido alcohólico del vino nos parece suficiente. No obstante, nos gusta comentaros todas las posibilidades que admite esta bebida y por ello no podíamos dejar de mencionar esta opción.
Receta fácil de sangría de vino casera
Ingredientes para la elaboración de la sangría española
1 litro de vino tinto
1 melocotón
1 manzana
1 plátano
2 rodajas de melón
2 naranjas
1/2 limón
1 rama de canela
Azúcar
Para conseguir la sangría perfecta tenemos que hacer toda la mezcla en un recipiente grande, que nos permita que el macerado se realice adecuadamente. Los pasos para hacer sangría casera serán los siguientes:
Pelaremos todas las frutas (melocotón, manzana, plátano y melón) y las cortaremos en trocitos pequeños.
Echaremos el litro de vino en el recipiente grande e iremos añadiendo en él las frutas que hemos cortado en el paso anterior.
Haremos el zumo de medio limón, lo colaremos para evitar que caigan las pepitas y lo añadiremos al vino.
Haremos el zumo de una naranja y media (la otra media naranja la cortaremos en rodajas y también la añadiremos a nuestra sangría), lo colaremos y también lo añadiremos al vino.
Podéis utilizar las cáscaras del limón y de la naranja para darle más sabor al vino y añadirlas también a la mezcla.
Para endulzar la sangría utilizaremos almíbar. Para elaborarlo, pondremos al fuego un cazo pequeño y le echaremos 50 ml de agua y dos cucharadas soperas de azúcar. Moveremos el agua hasta que el azúcar se disuelva completamente (fuego medio-alto) y posteriormente añadiremos nuestro almíbar al vino con la fruta.
Por último, incorporaremos a la mezcla una ramita de canela y dejaremos reposar a tempera ambiente (y sin meter en el frigorífico) aproximadamente una hora media.
Introduciremos la mezcla en el frigorífico y la sacaremos en el momento en el que la vayamos a consumir.
Servir en una jarra y añadir los hielos.
Trucos a tener en cuenta a la hora de hacer sangría
Prepara la sangría entre 2 y 3 horas antes de su consumo.
Nunca lo hagas con menos tiempo de antelación, ya que si no es así el vino no se habrá impregnado lo suficiente de los sabores de la fruta y será una bebida demasiado fuerte.
Utiliza almíbar en lugar de azúcar para endulzar la sangría.
Si no movemos bien la mezcla, el azúcar puede que se quede en el fondo del recipiente y no se integre bien en nuestra bebida.
Añade los hielos en el momento de servir.
Los hielos deben incorporarse a la sangría justo en el momento de servir. Si los añadimos antes, los hielos se derretirán y esto sólo aguará nuestra sangría.
¿Qué vino elegir para hacer sangría?
Simplemente uno que esté bueno. No hace falta que para hacer nuestra sangría utilicemos in vino Gran Reserva, pero tampoco uno de tetrabrik. En el equilibrio está la virtud, bastará con que esté bueno.
Añadir alguna bebida carbonatada
Si os gusta que la sangría tenga un sabor gaseoso, en lugar de utilizar zumo natural de naranja o limón, podéis sustituirlo por esta bebida en su formato gaseoso (fanta naranja o limón).
Otras frutas que podemos añadir a la sangría pueden ser
Además de las frutas que nosotros le hemos añadido a nuestra sangría. También le van bien otras como: cerezas, sandía, peras
Presentad esta sangría en una jarra bien fría junto a un cuenco de patatas fritas a vuestros invitados y seréis los anfitriones perfectos
¿Vosotros preparáis la sangría de vino de una manera diferente? ¡Esperamos vuestras ideas y comentarios!
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