El consumo del yogurt es muy saludable. Se le llama probiótico porque tiene en su composición microorganismos vivos que al ser ingeridos causan un efecto positivo en la salud. Por eso se transforma en un aliado frente a los problemas digestivos. A continuación una receta fácil para hacerlo en su casa. Paso a paso:
Ponga a calentar dos litros de leche completa en una olla. En un bol colocar un envase pequeño de yogurt natural (de los que venden normalmente en cualquier supermercado o tienda naturista); agregar esencia de vainilla, edulcorante y un poco de azúcar para que fermente.
Prepare tres frascos de vidrios, preferiblemente como los de Nescafé
Caliente la leche hasta llegar a 45° grados aproximadamente, sino tiene termostato, use el dedo, tiene que molestarle sin quemarle, vierta esta mezcla dentro del bol y mezcle muy bien
Luego viértalo dentro de los frascos y cerciorese de que estén bien cerrados.
Es muy importante que el procedimiento anterior lo haga rápido pues puede correr el riesgo que la mezcla se empiece a compactar en el bol y no es la idea
Al tenerlos lleno de la mezcla, colóquelos dentro de una lonchera térmica
Se aconseja intercalar una bolsa de gel térmico previamente calentada en el microondas.
Al cabo de 10 horas se debe obtener una buena consistencia
Si es de lo que les gusta cuidarse, también lo puede hacer con leche descremada, aunque queda un poco menos consistente.
Si quiere agregarles frutas al yogurt, por ejemplo fresas, melocotones, etc, hágalo al momento de consumir, pues si agregan al momento de prepararlo puede ser que fermente distinto
Si no tiene una lonchera térmica, también puede usar un termo de bocha ancha, la idea es que la leche mantenga la temperatura durante un tiempo prolongado. También puede envolver los frascos en mantas y meterlos en el horno apagado
Para hacer un yogurt sin sabor sólo tiene que dejar de ponerle la esencia y el azúcar y/o edulcorante. A lo mejor no queda tan firme porque el azúcar colabora con el fermento.