Después de muchísimo tiempo sin hacerlo, hemos retomado el hábito de preparar el yogur en casa. Casi nos habíamos olvidado de la receta, así que hemos probado a hacerlo de diferentes formas hasta encontrar la más rica y sencilla, que queremos compartir hoy. Es verdad que hay quien lo hace con leche fresca, que no siempre tenemos en casa, y con fermento liofilizado, pero no es fácil encontrarlo en el supermercado. Por ello, nosotras hemos usado leche en tetrabrick (entera si quieres que el yogur quede más consistente, o semidesnatada o desnatada si preferís un resultado menos graso) y un yogur natural sin azucarar. Con sólo esos dos ingredientes y unas cuantas horas de yogurtera obtendréis un yogur excelente y, sobre todo, sano.
RECETA
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INGREDIENTES
Leche normal, semidesnatada o desnatada dependiendo del resultado que se desee, con leche desnatada sale menos consistente. La cantidad dependerá del tamaño de vuestra yogurtera, debiendo recordar que cada vaso tiene una capacidad de 150 ml y que hay que contar con los 150 ml del yogurt que añadamos. Nuestra yogurtera es de 4 vasitos, así que utilizamos 450 ml de leche.
1 yogurt natural que podéis comprar para la primera vez en el supermercado, y luego utilizar uno de los que habéis obtenido. Recordad que es difícil que salga bien a partir de la cuarta vez, y que, por ello, es conveniente utilizar un yogurt comprado para comenzar un nuevo ciclo.
Si os gustan los yogures de sabores podéis aromatizarlos con esencias naturales (en Internet podéis encontrar una gran variedad, desde esencia de plátano hasta de chicle de fresa).
PREPARACIÓN
Para elaborar el yogur en necesario que tanto la leche como el yogurt estén a temperatura ambiente, por tanto hay que sacarlos de la nevera con cierta antelación
En una jarra echar el yogur y la leche. Mezclar bien con unas varillas.
Si os gusta con mucha consistencia podéis añadir a la mezcla una cucharada sopera de leche en polvo, y, si lo preferís con sabores, es el momento de añadir unas gotas del aroma elegido (limón, vainilla, plátano, ). Nosotras preferimos hacerlo solo con yogur y leche, añadiendo después la fruta natural.
Echar en los vasos bien limpios y colocados ya en la yogurtera, procurando que no se toquen y dejándolos sin tapar.
Encender la yogurtera durante 8 horas. Es importante no moverla durante ese periodo.
Una vez transcurrido ese tiempo apagarla, retirar con cuidado la tapa de la misma, y dejar que los tarros se enfríen antes de moverlos.
Tapar los vasitos y meter en la nevera. El periodo de caducidad es de 7 días.