Todas las cosas que hacemos en casa, tiene un valor añadido que las hace mejores, diferentes, y no hay nada comparable que puedas encontrar en las estanterías de los supermercados o en las neveras por muy atractivo que nos quieran poner el envase o las letras y los dibujos de los paquetes que los contienen. Y con los yogures pasa eso. Prueba a hacerlos en casa, porque no necesitas a penas ingredientes, porque tampoco necesitas una máquina especial y porque simplemente los haces tú y normalmente lo harás para compartirlo con alguien y justamente una de los grandes momentos de hacer algo con tus manos, es el momento de compartirlo….
El yogur aporta nutrientes imprescindibles para la salud. Mejora la absorción de calcio y al contener organismos vivos (probióticos), proporciona muchos beneficios para el organismo, como son reforzar el sistema inmunológico, prevenir enfermedades o facilitar la digestión. Así que como ves, en pocos minutos de preparación y unas 8 horas de reposo, puedes conseguir un postre cargado de vitaminas y beneficios fundamentales para nuestro cuerpo.
El yogur además no es un simple postre , es además un compañero indispensable en la cocina, ya que nos sirve para elaborar tartas, bizcochos, helados o para condimentar cualquier plato, salsas o carnes.
Para producir yogur en casa, lo que vamos a hacer es fermentar la leche a partir de un yogur natural que ya contiene los cultivos bacterianos que son necesarios para que este proceso sea posible.
INGREDIENTES:
1 litro de leche entera
1 yogur natural
50 gr. de azúcar (opcional)
1 cucharada de leche en polvo (opcional)
2 cucharadas de pastas de sabores (opcional)
ELABORACIÓN:
Sin yogurtera:
Poner a calentar la leche a fuego lento en un cazo. Retirar del fuego antes de que rompa a hervir y añadir el vasito de yogur natural, la leche en polvo (es opcional y es para darle mayor consistencia al yogur, pero no es en absoluto necesario), el azúcar y las dos cucharadas del sabor elegido (si queremos yogur natural simplemente, no añadir ningún sabor)
Rellena 8 recipientes con la mezcla anterior y tápalos.
Dejar reposar durante 12 horas a 25ºC . Si no te es posible conseguir esa temperatura, calienta el horno durante 5 minutos a temperatura máxima y apágalo. Introduce entonces los yogures tapados y déjalos reposar durante 12 horas sin abrir el horno.
Con yogurtera:
Aquí no va a ser necesario calentar previamente la leche. De modo que ponemos en una jarra el litro de leche, el yogur, el azúcar, el sabor elegido y la leche en polvo y mezclamos bien hasta comprobar que está todo disuelto.
Vertemos la mezcla en los vasitos y , sin taparlos, los metemos en la yogurtera durante aproximadamente 9 horas. Pasado este tiempo, los metemos en la nevera durante dos horas y ya estarán listos para consumir.
ALGUNAS ACLARACIONES:
Si quieres obtener un yogur mas denso y con un poquito más de acidez, no tienes más que aumentar el tiempo de reposo, bien repitiendo la operación de precalentar el horno y metiéndolos un par de horas más o bien añadiendo una o dos horas al tiempo de reposo en la yogurtera.
Los yogures se pueden hacer de mil maneras, con nueces y miel, con frutas, con mermelada, con lacasitos y con muchos otros ingredientes que os iré mostrando según los vaya yo haciendo.
Al no llevar conservantes artificiales nuestros yogures caseros, es recomendable consumirlos en un periodo máximo de 10 días, aunque con estos yogures no vais a tener ese problema porque dudo que os duren mucho en la nevera.
Los vasitos de yogur que he utilizado los compré en Enjuliana.
Los yogures de esta entrada son la mitad de ellos de fresa y la otra mitad de vainilla, hechos ambos con pasta de fresas y de vainilla de la marca Home Chef.
Las pastas de sabores las puedes comprar en Megasilvita. Estas pastas están hechas directamente de la concentración de frutas e ingredientes naturales.