¡La primavera se acerca! ¡Qué felicidad! Parece mentira que unos pocos rayos de sol levanten tanto el ánimo e insuflen tanta energía.Aunque, después de un sofocante verano se agradece el fresco del invierno, llega un momento en que acaba haciéndose demasiado pesado y triste. Lluvias, días nublados, espesas y frías nieblas... Día tras día lo mismo. Tristeza. Días de color gris...
Pero parece que, por este año, ya podemos decir, definitivamente, adiós al invierno y su frío helador, y hola al buen tiempo (porque, aunque ya nos estén anunciando que, a partir de este fin de semana, la cosa se vuelve a estropear, malo será que volvamos a los cinco grados bajo cero, digo yo).
Por eso hoy me apetecía enseñaros una receta que me parece muy de primavera, fundamentalmente porque está hecha con verduritas variadas, y eso me resulta siempre muy primaveral. Un tipo de receta poco habitual en este blog, donde abundan los dulces y, en el caso de que haya algo salado suelen tener forma de pastel frío. Un guiso de pollo (¡¡sí, guiso!!, estáis leyendo bien) con uno de los ingredientes más ñaaaaammm del mundo: ¡¡¡la cerveza!!! ^_^
Bueno, aparte de esto, que le da un sabor buenísimo, la carne queda hiper jugosa y blandita porque se cuece poquito a poco. Y la salsa es de ÑAAAAMMM, con muchísimas verduras: pimiento, champiñones, tomate, zanahoria...
Tenéis que probarlo, de verdad.
Contramuslos de pollo a la cerveza:
Receta de mi madre.
INGREDIENTES
6 contramuslos de pollo, sin piel
1 cebolla
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 zanahoria
200g de champiñones laminados
4 cucharadas de salsa de tomate frito
2 patatas
1 lata de cerveza
1 pastilla de caldo de pollo
1 cucharada de harina
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta
PREPARACIÓN
Limpiamos los pimientos y los cortamos en dados. Pelamos la cebolla y la picamos fina.
Salpimentamos los contramuslos y los doramos en una cazuela con aceite. Los retiramos y sofreímos la cebolla en el mismo aceite. Agregamos los pimientos y los champiñones, y lo rehogamos todo bien durante unos 5 minutos.
Espolvoreamos una cucharada de harina, removemos y añadimos el tomate. Le damos un par de vueltas.
Vertemos la cerveza y añadimos la pastilla de caldo. Introducimos, de nuevo, en la cazuela los contramuslos y dejamos cocer a fuego medio durante 1 hora, con el recipiente medio tapado.
Mientras, pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en dados grandecitos, como de 2cm. Las freímos en abundante aceite caliente hasta que estén doradas. Las escurrimos bien sobre papel absorbente y las añadimos al guiso cuando esté casi listo. Servimos caliente.
Espero que os haya gustado esta incursión en el mundo guiso. Yo, por lo menos, estoy encantada.
¡Un besazo!