Para que os hagáis una idea, una coxinha (o mi versión de ella...) es esto:
Así que sin más, vayamos a por la receta.
Ingredientes:
Para las coxinhas y el relleno
450 g Harina de trigo
1/2 litro de Caldo casero de pollo
1 cebolla
2 tomates maduros
1 pimiento verde
1 cebollas para el relleno.
2 dientes de ajo machacados
AOVE
sal y pimienta
una pizca de azúcar
queso crema
para rebozar
dos huevos
pan rallado
para la salsa
Cuatro tomates muy maduros
una cebolla
dos dientes de ajo
4-5 cayenas
una pizca de azúcar
Preparación:
Ponemos nuestro caldo de pollo a fuego lento, para que se haga sin prisa y para que el pollo quede listo y deje buen sabor.
Una vez lo tengamos listo, dejamos enfriar para no quemarnos y retiramos el pollo (lo reservamos) y las verduras (que podéis hacer croquetas con ellas, para así no tirarlas).
Mientras esperamos que se enfríe nuestro caldo, empezaremos con el relleno de nuestras coxinhas. Para ello, desmenuzaremos el pollo y lo reservamos. En una sartén, pocharemos la cebolla y el pimiento (que habremos cortado muy muy fino) hasta que esté transparente. Mientras, rallamos también el tomate y cuando tengamos las verduras anteriores en su punto, se lo añadimos. Para quitar un poco el amargar del tomate, le añadimos una pizca de azúcar.
Cuando nuestro sofrito esté listo, añadimos el pollo y rehogamos hasta que todo quede bien integrado para así poder añadir, a continuación, una cucharadita de café de queso crema. (con eso haremos que el relleno quede más meloso y más compacto para poder trabajar bien la coxinha).
Dejamos enfriar nuestro relleno. Y ahora, viene la parte divertida de esta receta: la masa! En una olla, llevaremos el caldo hasta la ebullición y con ayuda del robot de cocina (con las aspas de amasar, las que usamos para el pan) iremos batiendo el caldo mientras vamos tirando poco a poco la harina. Poco a poco sin prisas, veréis que se va formando una pasa compacta, aunque elástica que no tiene que pegarse a los dedos. Cuando esté así, sabréis que la tenéis lista.
Para trabajar con ella, mejor la ponemos en un plato llano y dejamos que se enfríe, por que tendremos que utlizar las manos para el relleno y siempre es de recibo no achicharrarnos!.
Empezamos cogiendo un poco de masa, algo más que una cucharada sopera. Con ayuda de las manos aplanamos. Cuando la tengamos, pondremos en el centro un poco de nuestro relleno y juntaremos los laterales de la masa para que quede la coxinha en su particular forma de pera. Hacemos esto todas las veces que sean necesarias hasta quedarnos sin masa (o sin relleno!).
Antes de empezar a rebozarlas, conviene meterlas unos 20-30 minutos en el congelador, para que así a la hora de freírlas no se nos habrá. Durante estos minutos haremos la salsa que acompañará nuestro plato. Para hacer nuestra salsa, picaremos la cebolla y la pocharemos. Cuando la tengamos transparente, añadiremos el tomate rallado, el ajo troceado y las cayenas. Cocinamos unos 15 minutos y rectificamos de sal. Para tener lista nuestra salsa, y que quede lo más fina posible, la pasaremos por la turmix. Reservamos hasta la hora de emplatar.
Sacamos las coxinhas del congelador y las pasamos por huevo y pan rallado para freírlas en abundante aceite caliente. Conviene dejarlas sobre un plato con papel absorvente para que suelten todo el aceite de más que han podido absorber.
Para emplatar nuestras coxinhas, pondremos en el fondo de un plato una ración generosa de salsa y encima nuestras trabajadas coxinhas! Os advierto, la salsa pica (mucho), así que antes pasaros a comprar algún buen vino!!!
Y este es el resultado el desafío salado de este mes de septiembre. ¿Os habéis quedado con ganas de más? Pues aquí podéis visitar las de mis compañer@s! no os las podéis perder!