¿Quizá algún kilito te ha cogido cariño este verano? No te preocupes porque perderlo no te va a costar tanto. Te voy a dar unas cuantas recomendaciones. Si la sigues, te van a servir de mucha ayuda:
Haz las cinco comidas al día para evitar los ataques de hambre.
Toma leche, yogures y queso desnatados.
Bebe agua abundante, aunque no tengas sed, ya que hidratarse es importante en cualquier época del año y tendrás menos sensación de hambre. Con dos litros al día será suficiente.
Evita todos los fritos y cocina tus alimentos hervidos, al vapor, a la plancha, al horno o al microondas. Limita la cantidad de aceite diaria a una o dos cucharadas de aceite de oliva. Aprovecha que todavía hace calor para comer frutas y verduras frescas.
Si quieres picar entre horas, puedes comer unos pepinillos en vinagre, palitos de zanahoria, palitos de apio o, simplemente, una pieza de fruta o un yogur desnatado. Que nunca falten en tu nevera.
Puedes tener en el frigorífico té frío y una botella de agua con zumo de limón o prepararte una infusión cuando te entre el gusanillo. Evita al máximo los refrescos y si los tomas que sean sin azúcar. No tomes zumos, tómate la fruta entera: obtendrás mayor sensación de saciedad.
Añade una caminata de 30 minutos todos los días a tu actividad. Si vas cerca, da un pequeño rodeo y si usas el transporte, bájate una parada antes. Evita el ascensor todo lo que puedas.
Si sigues todas estas recomendaciones y, quizá alguna más que no te he citado, verás como, además de sentirte mejor, logras bajar esos kilos que sientes que te sobran.
Videoreceta de cómo preparar crepes de jamón y queso muy ligeros:
INGREDIENTES (para 2 crepes)
Para la masa de los crepes:
1 huevo
100 ml de leche desnatada
30 g de maicena
Sal
Aceite para engrasar la sartén
Para el relleno:
Lonchas de jamón de york o pechuga de pavo
Queso light (queso crema, quesitos o lonchas de queso de fundir)
PREPARACIÓN:
En un bol introduce el huevo, la leche, la maicena y un poco de sal. Bate con la batidora de brazo hasta obtener una crema líquida.
.Calienta una sartén antiadherente y engrásala con unas gotas de aceite de oliva. Pasa un papel de cocina para repartir el aceite y quitar el exceso.
Vierte la mitad del preparado en la sartén, cuidando de que la masa quede completamente repartida. Debes cocinarla con el fuego bajo para evitar que se queme.
Cuando veas que se ha cuajado y no queda líquido por la superficie, dale la vuelta al crepe con la ayuda de una espátula y deja que se dore por el otro lado. Cuando se haya dorado un poco retírala del fuego y, sin engrasar de nuevo, cocina el otro crepe siguiendo las mismas indicaciones.
Cuando los dos crepes estén ya listos, extiende una capa de queso crema en la mitad de cada crepe (yo uso con menos de un 5% de materia grasa y muy rico), cubre el queso con lonchas de jamón de york o pavo y condimenta, si quieres, con alguna especia que te guste (mi preferida es el orégano).
Dobla cada uno por la mitad y colócalos de nuevo en la sartén de uno en uno. Cuando el crepe se dore y el queso se funda, ya los puedes servir. ¡Verás qué ricos están!
¡QUE APROVECHE!
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Lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico.
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