Ya véis, además de ser una fruta realmente deliciosa nor ayudará a sentirnos mejor!
¿Vamos a por la receta?
Ingredientes:
para la base
150 gramos de harina
Una punta de cuchillo de levadura química
100 gramos de azúcar
1 cuchara pequeña de azúcar vainilla
1 pizca de sal
1 huevo
100 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
para el relleno de mermelada
600 gramos de cerezas (limpias)
250 gramos de zzúcar moreno
El zumo de medio limón
para el Streusel (para la cubierta)
150 gramos de harina
100 gramos de azúcar
1 cuchara pequeña de azúcar de vainilla
100 gramos de mantequilla blanda
75 gramos de avellanas molidas
Preparación
El día anterior, podemos preparar la mermelada de cereza. Así, dejaremos que enfríe bien y no empape demasiado la masa evitando así que se quede blanda. Para preparar nuestro relleno de mermelada, lavamos y quitamos el hueso y el rabillo de las cerezas y las colocamos en un cazo donde las cubriremos con el azúcar y el zumo del limón. Mezclamos bien los ingredientes y dejamos que repose un par de horas en la nevera.
Pasado este tiempo, ponemos el cazo a fuego vivo, donde esperaremos a que empiece a hervir para bajarlo al mínimo y dejar que se cocine durante unos 30-35 minutos. Pasado este tiempo tenemos dos opciones: la que hice yo, que fue chafar poco a poco con un tenedor las cerezas, para encontrarnos algún que otro trocito en la mermelada, o bien, pasarlo por la batidora. Una vez lista, dejamos enfríar.
Para preparar la masa base de nuestro crumble, en un bol mezclamos la harina con la levadura y añadimos el resto de los ingredientes amasando hasta conseguir una masa compacta y formamos una bola. Cubrimos con film de plástico y dejamos reposar en la nevera 20 ó 30 minutos.
Engrasamos un molde (en nuestro caso redondo y de cristal) añadimos 2/3 de la masa que hemos dejado en frio. Pinchamos varias veces la masa con un tenedor para que puede salir el vapor y horneamos en el horno precalentado a 200º durante 12 minutos. Dejamos enfríar para que la base repose.
Del resto de la masa formamos un rulo y vestimos (aproximadamente 2 cm de altura) el borde de la masa ya horneada. Añadimos las mermelada encima de la base.
Para el Streusel (en la parte superior) añadimos la harina y los otros ingredientes a un bol y con las asas de montar nata (crema de leche) de la batidora batimos hasta obtener grumos. Cubrimos la mermelada con los grumos y horneamos 40 minutos a 200º.
Os puedo asegurar que es una tarta de muerte lenta con un sabor maravilloso a cereza y avellanas. Seguro que si la probáis, repetiréis!