Hoy ha amanecido el día algo fresquito y lluvioso. Y sí, estamos en mayo pero las temperaturas no se animan a subir y claro, el cuerpo nos pide platos de cuchara, calentitos y con algo de sustancia para hacerlo más llevadero. Pues si eso es lo que nos pide, vamos a dárselo con una rica crema de zanahoria y calabaza con un crujiente de lentejas.
Se trata de un plato cargado de nutrientes y mucho sabor enriquecido con las lentejas, fuente de proteínas, de hierro y muy ricas en fibra, que aportan sensación de saciedad. Además contienen manganeso, potasio, cobre, fósforo, zinc, calcio y selenio. A su vez contienen un porcentaje interesante de ácido fólico y de vitaminas tales como la A, B1, B2, B3, B5, B6, B12, C, K y E. Por otro lado, esta legumbre es ideal para perder peso ya que tiene muy pocas calorías y aportan mucha fibra y sensación de saciedad, además de mantener los niveles de azúcar estables y prevenir el estreñimiento.
Al introducir jengibre, estamos enriqueciendo el plato no solo en sabor sino en propiedades, ya que éste nos aporta aceites esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos (en publicaciones anteriores ya os he hablado con detalle sobre este super alimento). Hay que tener en cuenta que al tener un sabor algo picante e intenso debemos usarlo en pequeñas cantidades. Y sin más vamos con la receta.
Ingredientes:
-200 gr. calabaza
-2 zanahorias
-1 patata
-1 puerro
-2 cucharadas de lentejas
-60 ml. leche
-1 cucharadita pimienta blanca
-1 cucharadita jengibre rallado
-Aceite de oliva y Sal
Preparación:
Comenzamos pelando, lavando y cortando en dados los vegetales (la calabaza, zanahoria, puerro y patata). Los ponemos en un cazo con agua, sal y un chorrito de aceite de oliva y cocemos la hasta que estén blandos. Aprovechamos esta cocción para añadir las lentejas en una malla de legumbres, para que nos sea más fácil retirarlas del guiso, ya que serán usadas en la decoración.
Una vez tiernas las verduras, retiramos del fuego, sacamos la malla con las lentejas y añadimos la leche, la pimenta blanca, el jengibre molido. Trituramos todo con la batidora y llevamos a fuego lento durante 5 minutos para que la crema gane consistencia. Debemos remover de vez en cuando para evitar que se pegue. En una sartén con un chorrito de aceite de oliva salteamos las lentejas ligeramente para darle un toque crujiente. Emplatamos y servimos con las lentejas encima a modo de decoración.
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!