En algunas provincias españolas se alcanzan temperaturas cercanas a los 40 ºC durante el verano. Esto hace que los menús se tengan que adaptar para refrescar el paladar. Dentro de muchos de ellos el gazpacho es una receta indispensable. Aunque su origen es andaluz, se ha convertido en un plato extendido por casi toda la Península, aunque con sus variaciones.
El gazpacho es una crema fría en la que se mezclan varios ingredientes como pan, aceite, cebolla o ajo, entre otros. Aunque existe uno que podemos considerar el protagonista, el tomate, la evolución de la cocina ha hecho que que se creen gazpachos con otros sugerentes alimentos como protagonistas. A esto hay que sumar las variaciones que cada uno hace de la propia receta para darle el gusto deseado.
La receta base
Es la del denominado gazpacho andaluz, compuesto de ingredientes puramente mediterráneos: cebolla, ajo, aceite de oliva, sal, pan del día anterior, pimiento verde o rojo (o los dos), pepino y tomates. Esta última hortaliza es la que le proporciona ese color rojizo-anaranjado tan característico. Para muchos, especiarlo con comino es también una condición indispensable.
Para elaborarlo, se trituran todas las hortalizas y el pan y se ligan con el aceite. Después, es conveniente pasarlo por un pasapurés para quitar algunas pieles. Y tras condimentarlo y dejarlo enfriar en la nevera, está listo para servir. Lo normal, debido a su consistencia ligeramente espesa, es servirlo en un cuenco acompañado de pimiento, pepino, huevo o jamón picados.
Aunque esta receta sea estándar, en cada casa suele tener un sabor especial. Esto se debe a que se juega con las cantidades de los ingredientes para ajustarlo a los gustos de cada uno. Por ejemplo, hay quienes echan menos pepino o ajo y más pimiento o prescinden del comino. De igual forma, la consistencia del mismo se puede variar agregando agua, pudiendo llegar a tener una textura muy líquida.
?Otros gazpachos?
El Salmorejo y el Ajoblanco son dos recetas andaluzas de la familia del gazpacho. Provienen de Córdoba y Málaga respectivamente y se elaboran también con pan, ajo, cebolla y aceite. Para el Salmorejo se emplean tomates, pero se prescinde del pepino y el pimiento. El Ajoblanco, por su parte, tiene un color blanquecino ya que en él no se usan tomates, pero sí almendras y, en algunos casos, uvas.
La evolución de la cocina ha hecho que el gazpacho andaluz sea reinventado y se obtengan versiones exóticas y sorprendentes. Uno que está ganando muchos adeptos en los últimos años es el gazpacho de fresas, elaborado con los mismos ingredientes, pero añadiendo un poco de azúcar y sustituyendo los tomates por fresones.
Además del de fresa, hay otros muchos gazpachos ‘modernos’ como el de melón, el de sandía, el de zanahoria, el de remolacha… Sustituir o combinar los tomates con otras verduras o frutas, pero manteniendo los demás ingredientes, es la base de estas innovaciones. Te guste como más te guste, tradicional o más moderno, no debes olvidar que es una receta saludable cargada de nutrientes y vitaminas y que siempre debemos tomar muy frío.
Recetas de gazpachos:
Gazpacho andaluz
Gazpacho extremeño
Gazpacho de fresones
Gazpacho manchego
Gazpacho de sandía
Gazpacho de trigueros
Gazpacho de remolacha
Gazpacho con calabacín
Gazpacho blanco de piñones