Las ensaladas son un imprescindible en cualquier época del año. Nos sirven como una comida ligerita en verano para esos días de mucho calor, pero también nos puede servir como acompañante para un guiso de carne en invierno o como un entrante en una cena o comida con amigos. Hoy os traemos una ensalada tan polifacética como rica: ensalada de melón, nueces y salsa de queso.
Lo bueno que tienen las ensaladas es que permiten experimentar muchísimo a quien las hace, ya que es muy fácil combinar las texturas de los ingredientes y sus sabores. Además, por muy simple que sea nuestra ensalada, siempre nos podemos guardar un as en la manga para sorprender: el aliño.
Ingredientes para 4 personas:
½ lechuga verde rizada
½ lechuga morada
½ melón
20 nueces
100 g de queso semicurado
50 ml de nata
1 cucharadita de queso tipo Philadelphia
Pimienta negra molida
Picatostes de pan
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Vinagre de Módena
Lo primero que debemos hacer es lavar las lechugas y dejarlas secando bien hasta que no tengan nada de agua. Mientras las lechugas se escurren, lo siguiente que debemos hacer será preparar la salsa de queso, para que cuando terminemos de preparar la ensalada esté, como mínimo, templada.
En una sartén pequeña o un cazo ponemos los 50 ml de nata a calentar; cuando la nata hierva, añadimos ahí mismo el queso tipo Philadelphia y removemos hasta que este se funda con la nata.
Añadimos una pizca de sal, un poco de pimienta negra molida y rallamos el queso semicurado. Incorporamos la mayor parte del queso rallado al cazo (el resto lo reservamos para decorar al final). Seguimos removiendo hasta que se forme la crema de queso, con un color tostadito y todos los ingredientes fundidos.
Reservamos la salsa en un bol pequeño y, de vez en cuando, le damos vueltas para que termine de enfriar. Empezamos a cortar la lechuga de la forma y el tamaño que más nos guste y la ponemos en una bandeja grande.
Cascamos las nueces y, dependiendo de como nos gusten, las echamos enteras o picadas. Cortamos y pelamos el melón y lo hacemos cuadraditos; los añadimos también a la fuente. Incorporamos también los picatostes de pan y aliñamos la ensalada con sal, vinagre y aceite de oliva virgen extra.
Terminamos de preparar la ensalada decorando con ayuda de una cuchara con la crema de queso y unas lascas del queso rallado que nos sobró al principio. ¡Y lista para comer!
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