Verano es igual a helados. Y yo tenía muchísimas ganas de comenzar a preparar helados caseros, sanos, ricos y sin necesidad de heladera! Y conseguido! Aprovechando varios aguacates que tenía en la nevera, me puse manos a la obra y preparé esta receta de helado pero light, sin nata, ni leche condensada, ni azúcares añadidos. La cremosidad se la aporta el plátano congelado y el dulzor el caramelo de dátiles (receta que siempre recomiendo porque es la forma más natural de endulzar nuestros platos, el enlace lo tenéis pinchando aquí). Aunque si no tenéis caramelo de dátiles podéis añadir tres dátiles naturales o dos cucharaditas de miel.
Sin lugar a dudas una receta exquisita, super sencilla y muy nutritiva, donde el sabor del aguacate queda totalmente camuflado con el resto de ingredientes. Y lo mejor de todo es que no necesitamos de la heladera. El proceso es bien sencillo, básicamente trituramos todos los ingredientes, los ponemos en un recipiente apto para el congelador y congelamos moviendo de vez de cuando para que no se formen cristales de hielo. Y a disfrutar de nuestro helado casero! Se puede servir en cucuruchos de helado que venden en los supermercados. Y queda exquisito si le ponemos por encima unos hilitos de crema de chocolate, de nueces o de almendras.
Ingredientes:
-2 aguacates
-1 plátano
-1 limón
-2 cucharadas caramelo de dátiles
-Un puñado de almendras picadas
-1 cucharadita de canela molida
Preparación:
Previamente congelamos el plátano para que le aporte cremosidad a la receta, esto lo podemos hacer la noche anterior o un mínimo de 2 horas antes de preparar el heleado.
Comenzamos pelando y picando el aguacate. Lo ponemos en la batidora junto con el plátano congelado y troceado, el zumo del limón, la canela y el caramelo de dátiles. Batimos hasta que quede una textura cremosa. Añadimos las almendras picadas a la mezcla y removemos. Vertemos la preparación anterior en un recipiente apto para el congelador y congelamos. Pasada la primera hora, sacamos el recipiente y removemos para evitar que se formen cristales de hielo. Este proceso lo repetimos cada dos horas, dos veces más (así evitaremos la cristalización y el helado quedará cremoso). Finalmente lo dejamos en el congelador hasta que adquiera la consistencia de helado. Servimos formando bolas
Sugerencias:
*Si no se dispone de caramelo de dátiles, se puede usar miel, azúcar o cualquier otro edulcorante para endulzar.
*Resulta ideal si lo servimos con unos hilos de crema de chocolate, de nueces o de almendras por encima.
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!