Hoy hemos decidido cocinar lomo de cerdo en salsa de setas, y queremos contaros un par de consejos de cocinillas para triunfar con este plato.
El lomo cómpralo en tu carnicería de confianza, que sea fresco y que te lo corten al momento.
Que no sean filetes muy finos, quedan más jugosos los filetes de grosor medio.
Sácalo de la nevera un poco antes de cocinar, para que no esté muy frío.
Dale fuego fuerte al principio, y no te pases con el tiempo de cocinado. No hace falta que quede crudo, pero si se hace demasiado queda muy duro y no está rico.
El lomo de cerdo, es una carne magra, es una de las partes menos grasa de este animal y por eso tiene menos calorías.
Necesitamos:
10 lomos de cerdo de 1ª calidad.
Sal marina sin refinar
Pimienta negra en grano
Aceite de Oliva Virgen Extra
Pimentón dulce
½ cebolla morada
4 champiñones portobello grandes
Mantequilla ecológica
Harina fina
Leche vegetal o de vaca
1 chorrito de caldo vegetal casero
Preparación:
Adobamos los lomos con una mezcla de sal, pimienta negra recién molida, AOVE y una pizca de pimentón dulce. Dejamos reposar con esa mezcla alrededor de 30 minutos.
Mientras tanto, picamos la cebolla y la sofreímos lentamente en un chorro de AOVE. Cuando la cebolla se va volviendo transparente, añadimos los champiñones cortados en cuadraditos. Cuando estén bien pasados, siempre a fuego bajo, hacemos un hueco en el centro y añadimos un taquito pequeño de mantequilla.
Retiramos a un bol.
Limpiamos la sartén con una espátula de madera y aprovechamos esa sartén caliente para cocinar los lomos vuelta y vuelta. Si crees que es necesario puedes echar un chorrito pequeño de AOVE.
Retiramos a un plato.
Añadimos a la sartén un chorrito de caldo vegetal o de pollo, casero (también le queda muy bien un chorrito de vino blanco) y desglasamos. Añadimos de nuevo los filetes y la salsa del bol.
Cocemos 5 minutos sin subir el fuego.
Con el cubierto de madera mezclamos suavemente tratando de que la salsa no se desligue.
Dejamos reposar.
Servimos acompañado de la verdura que más nos guste. Nosotros hemos elegido el brécol porque es la que más les gusta a nuestros peques. Está cocinado al vapor, muy poquito tiempo para que quede casi crudo, y aliñado con un poco de AOVE.
Es un plato muy sencillo, que se cocina íntegramente en la misma sartén.
Es muy sabroso y completo, y a los niños les va a encantar. ¡Nos cuentas qué te ha parecido!
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