Sin horno, ni leche, ni harina, ni huevo, ni azúcar!! Os imagináis un postre que reúna todas estas características? Pues ya es posible, se trata de un delicioso pie o tarta cuya base es la avena y frutos secos, junto con cacao desgrasado. Como relleno he usado simplemente puré de calabaza (únicamente debéis pelar la calabaza, quitarle las pepitas, trocearla y cocinarla con un poco de agua hasta que esté tierna). Para potenciar el sabor de la calabaza la he especiado e incorporado mi siempre fiel caramelo de dátiles (tenéis la receta pinchando aquí). Si os gusta más dulce podéis incorporar más caramelo de dátiles o vuestro edulcorante favorito. Como topping le he puesto un poco de chocolate derretido, ya que el contraste con el dulce de la calabaza queda espectacular, pero podéis sustituirlo por coco rallado, frutos secos troceados o dejarlo tal cual.
Y es que se puede comer postre sanamente, proveyéndonos de nutrientes y sin añadir calorías extras a nuestro organismo. ¿Os animáis a preparar esta delicia? ¡Os encantará!
Ingredientes para la base:
-125 gr. de copos de avena
-3 cucharadas de cacao puro desgrasado
-2 cucharadas de miel
-1/2 taza de almendras
-10 dátiles
-2 cucharadas de agua
Ingredientes para el relleno:
-400 gr. de puré de calabaza
-4 cucharadas de caramelo de dátiles
-1 y 1/2 cucharadita de canela molida
-1 cucharadita de jengibre molido
-1/2 cucharadita de nuez moscada
-4 cucharadas de coco rallado (opcional)
-4 hojas de gelatina neutra (o agar agar)
-100 ml. bebida de almendras (u otra bebida o leche de tu preferencia)
-4 cuadrados de chocolate de fundir
Preparación:
Comenzaremos haciendo la base de la tarta, para ello ponemos todos los ingredientes en una trituradora y trituramos hasta obtener una masa compacta y manejable (incorporar un poco más de agua si vemos que no queda compacta). Ponerla en un molde forrado con papel vegetal (para facilitar el desmoldado). Poner en el congelador 15 minutos para que endurezca.
Ahora preparamos el relleno. Ponemos a hidratar en agua las láminas de gelatina. Por otra parte, en un bol batimos el puré de calabaza, con el caramelo de dátiles (o el edulcorante que hayas elegido), la canela, el jengibre y la nuez moscada. Si decides ponerle coco rallado, debes añadirlo ahora. Yo no le he puesto.
Calentamos la bebida vegetal (en este caso de almendras, pero puedes usar la de tú preferencia –arroz, avena… incluso leche de vaca) y disolvemos en ella las hojas de gelatina. Lo incorporamos a la mezcla de calabaza y ésta la vertemos sobre la base de avena que teníamos en el congelador. Reservamos.
Fundimos el chocolate (en el microondas o al baño maría) y lo vertemos sobre la tarta a modo de decoración (con un palillo formamos ondas).
Refrigeramos un mínimo de 4 horas. Desmoldamos.
Sugerencias:
*Si no se dispone de leche de almendras podéis sustituirla por leche de avena, de arroz, de coco, o incluso por leche de vaca.
*Si os gusta más dulce podéis incorporar más caramelo de dátiles o vuestro edulcorante favorito.
¡Dedícate tiempo, disfruta cuidándote!