Ingredientes para 6 comensales
Piña 1 unidad leche 2 tazas yemas de huevo 6 unidades azúcar 175 gr. nata líquida 1 taza vainilla en rama 1 ramita kirsch 2 cucharadas nuez pelada(caramelizada) 6 unidadesPelamos la piña, la cortamos en rodajas y les quitamos el corazón. Reservamos 6 rodajas y cortamos el resto en trocitos. Las colocamos en un cuenco, vertemos 25 gramos de azúcar y rociamos con el Kirsch. Dejamos macerar.
Calentamos la leche en un cazo con la ramita de vainilla y cocemos unos 10 minutos. Retiramos del fuego y dejamos templar.
Batimos las yemas en un cuenco con el resto del azúcar hasta obtener una mezcla suave y espumosa. Retiramos la ramita de vainilla, vertemos la leche en el cuenco con las yemas y el azúcar, y continuamos batiendo.
Pasamos la mezcla a una cazuela y cocemos a fuego moderado, sin dejar de mover con una cuchara de madera, hasta que la crema comience a espesar y formar un velo en la cuchara. Retiramos del fuego y enfriamos.
Incorporamos la nata líquida y mezclamos. Añadimos a la piña macerada, mezclamos bien y vertemos en un molde alargado.
Lo introducimos en el congelador durante 3-4 horas.
En el momento de servir, retiramos el helado del congelador, lo mantenemos a temperatura ambiente unos minutos y lo trabajamos con un tenedor. Ponemos las rodajas de piña reservadas en platos individuales, distribuimos por encima porciones de helado y completamos el postre colocando una nuez caramelizada en el centro de cada rodaja.
Fuente: Cocinavino.com