¿Quién quiere cangreburguers? Os aseguro que todooooos querrán porque están riquísimas. Lo mejor de todo es que es una receta súper fácil de hacer y rápida (siempre y cuando ya tengamos hecho el arroz) y no menos importante, ¡¡¡muuuy sanas!!! ¿Por qué? Porque la base con la que se hacen es arroz integral cuyos beneficios vamos a conocer a continuación.
BENEFICIOS DEL ARROZ INTEGRAL
El arroz integral nos aporta selenio, responsable de evitar enfermedades del corazón así como la artritis reumatoide.
Además es fuente de carbohidratos de absorción lenta por lo que nos proporcionará energía durante más tiempo que el arroz blanco. Por este motivo además su índice glucémico es bajo (menor al del arroz blanco) lo que evita los picos de azúcar en sangre. Esto convierte al arroz integral en un gran aliado para diabéticos (y todos en general). De hecho, relacionado con esto, existen numerosas investigaciones de la Escuela de Salud Pública de Harvard que evidencian que ingerir dos o más porciones de arroz integral a la semana reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo II (algo que sin embargo puede ser favorecido por el consumo de arroz blanco).
El arroz integral a diferencia del arroz blanco posee gran cantidad de fibra que nos ayudará a regular nuestro tránsito intestinal, reducir el colesterol y prevenir el cáncer de colon.
También hay que destacar su poder depurativo ya que gracias a su aporte de albumina se facilita la eliminación de líquidos.
No podemos olvidarnos de su importante aporte de minerales, vitaminas, aceites vegetales y los doce aminoácidos esenciales.
Vamos, lo mejor de lo mejor, ¡premio para el arroz integral!
RECETA
Primero hay que cocinar el arroz integral. Lávalo y mantenlo en remojo unas horas. Hierve el arroz teniendo en cuenta que este arroz necesita mayor tiempo de cocción y más agua, alrededor de 3 tazas de agua por una de arroz.
Una vez hervido y secado colócalo en una sartén con una pizca de aceite salpiméntalo y saltéalo unos minutos.
Déjalo reposar para que puedas manipularlo sin quemarte. Si lo tienes del día anterior hecho o congelado las cangreburguers serán mucho más rápidas de hacer porque te habrás ahorrado todo este paso anterior que dura unos 45 minutos de cocción y 5 minutos del salteado.
Cuando ya puedas manipularlo colócalo en un bol (imagina que tenemos 250gr. de arroz) y agrégale 10 o 12 palitos de surimi troceados. Añade dos huevos batidos (o equivalente en leche si eres alérgico al huevo), una pizca de sal, perejil y una cucharada de harina integral de trigo (puedes usar harina de arroz o harina de maíz si eres alérgico al gluten). Integra bien todos los ingredientes y si acaso ves que le falta consistencia agrégale un poquito más de harina.
Ahora llega el momento de pringarse. En este momento si hay niños en casa hay que invitarlos porque lo pasarán pipa formando las bolas y aplastándolas creando hamburguesas al modo Bob Esponja. Consejo: no las hagáis de más de 1cm de grosor.
Una vez las tengamos preparadas es momento de echar una pizca de aceite en una sartén antiadherente y freir cada hamburguesa a fuego lento hasta que las veamos doraditas.
Finalmente solo te queda presentarlas como más te guste, en pan de hamburguesa clásico, con guarnición de ensalada, en bocata de pan casero, o como quieras. ¡A disfrutarlas!
¡¡Si te ha gustado no te olvides de compartirlo :)!!
Fuente: este post proviene de Lady Enreos, donde puedes consultar el contenido original.
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