888 significa 8 de marzo, 8 cocineras y 8 platos. Se trataba de 8 visiones femeninas de la gastronomía. La expectación era enorme: numerosos periodistas se congregaron en torno al Taller de Madrigal para disfrutar del saber hacer de ocho espléndidas cocineras que ofrecieron a los madrileños que se quisieron acercar a la céntrica calle Atocha ocho platos deliciosos.
Éstas fueron las mujeres elegidas y los platos seleccionados:
Karem Bell
(Memento, Madrid), embajadora de la cocina californiana en la capital y especialista en cocina de temporada y producto ecológico, preparó una crema de apionabo y castaña con vieira.Rita Sánchez
(Taquería del Alamillo, Madrid), artesana de las especialidades mexicanas en España frente a la proliferación de la cocina tex-mex, nos acercó al país azteca con su quesadilla de huitlacoche y flor de calabaza.Carmen Delgado
(La Gorda, Madrid), chef estrella de uno de los restaurantes peruanos de mayor renombre en la capital, reinterpretó el plato rey de la cocina inca, con un ceviche de lubina con espuma de leche de tigre.Carmen Erdocia
(Taktika Berri, Barcelona), embajadora de la cocina vasca en la Ciudad Condal, nos ofreció una espectacular merluza a la donostiarra.Pilar Pedrosa
(Estrella del Bajo Carrión, Villoldo -Palencia-), baluarte de la cocina tradicional castellana sin dejar de un lado las materias primas, el interés por la alimentación sana y la utilidad de las nuevas técnicas culinarias, presentó un pichón de la tierra de Campos estofado.María Rosa García Manso
(Ars Vivendi, Majadahonda -Madrid-), premiada en numerosas ocasiones por ser una de las cocineras creativas más importantes del país gracias a su buen hacer con la cocina italiana, elaboró un huevo frito sobre timbal de patatas con foie, trufa y queso ahumado, coronado con setas frescas laminadas.Ana Gamboa
(Alboroque, Madrid), mano derecha de Andrés Madrigal, ofreció como postre auténticas fresas al champán.Conchi Ramírez (
joven promesa de la Escuela de Hostelería del Sur de Madrid), también encargada de los postres, presentó su sopa de chocolate azteca con torrija especiada y helado de vainilla.El resultado de este trabajo fue un menú degustación exclusivo que sirvió Alboroque durante toda la jornada.