Como ya me comienzan a aburrir las salad shakes, en esta ocasión he querido preparar dos ensaladas individuales muy diferentes, basadas en marisco, pero olvidando la habitual lechuga y aceitunas, combinando el marisco con boquerones, fruta y verduras… falto una cucharadita de polen o sal negra o rosa para hacerla más rara, pero opine que ya era bastante rara, guardaremos esos ingredientes para futuras ensaladas para darles un toke especial.
Ingredientes (2 personas):
½ cebolla
1 kiwi
1 manzana
½ limón (su zumo)
1 lata pequeña de mejillones en escabeche
8 lomos de boquerones en vinagre
2 surimis
2 puñaditos de gambas peladas congeladas
Curri
Perejil
Sal
Preparación:
Para preparar esta ensalada, en primer lugar, necesitamos cocinar las gambas.
Colocamos un generoso chorro de aceite en una sartén, aceite que utilizaremos también para sazonar la ensalada, y colocamos las gambas peladas congeladas (sin descongelar), las freímos a fuego bajo-medio hasta que se descongelen, les añadimos el curri y el perejil picado (a poder ser fresco), ya con el fuego apagado, dejando reposar para que se enfríen.
Repartimos las gambas entre dos cazuelitas de barro.
Pelamos y troceamos el kiwi, repartiéndolo entre ambos recipientes.
Pelamos y troceamos en plumas la cebolla, añadiéndola a las gambas y el kiwi.
Troceamos el surimi a rodajitas, añadiéndolo a la ensalada.
Pelamos, descorazonamos y troceamos la manzana.
Añadimos la lata de mejillones en escabeche.
Agregamos también los boquerones en vinagre.
Sazonamos con sal, el zumo de limón y el aceite de haber frito las gambas.
Se deja reposar en el frigorífico y se sirve fría.
Una deliciosa ensalada con un gran contraste de sabores.