De esta ensalada primero me conquistó su nombre y después su sabor.
Muy popular en Polonia, pertenece a la gastronomía tradicional de este país y, como casi todos los platos tradicionales, es sencilla de preparar y al mismo tiempo sabrosísima. Es perfecta como primer plato o como acompañamiento de carnes y sobre todo pescados.
Ya sé que estamos en enero y que hace frío pero después de las bacanales navideñas, una ensaladita no viene mal así que si buscáis un acompañamiento fresco y diferente, no dudéis en darle una oportunidad. Se la merece.
¿Qué necesito?
1 pepino mediano
150 ml de nata (crema de leche) fresca
1 ramita de eneldo
1 cucharadita de zumo de limón
Sal ¿Cómo lo hago?
Por un lado, pelamos y cortamos en rodajas finas el pepino.
Por otro lado batimos la nata (crema de leche) fresca, el eneldo, la cucharadita de limón y la sal en el vaso de la batidora. Así conseguimos que la nata (crema de leche) quede con una textura mucho más fina.
Vertemos la salsa sobre el pepino y revolvemos.
Permitimos que los sabores se mezclen, dejando que la ensalada repose durante al menos unos 15 minutos en la nevera.
Servimos como primer plato o como acompañamiento de un buen plato de pescado.
¿Qué más necesito saber?
Una alternativa un poco más ligera de esta ensalada la podemos preparar usando yogur natural en vez de nata (crema de leche) fresca.