Uno de los platos más conocidos y típicos de la cocina asturiana que en mi casa solemos hacer durante los meses de invierno.
Lo ideal es que tanto las fabes como los chorizos y las morcillas sean asturianos, si no podéis conseguir estos ingredientes asturianos, podéis sustituirlos por otros similares de buena calidad.
Ingredientes:
500 gr de fabes de La Granja
2 chorizos
2 morcillas
300 gr de panceta curada
aceite, sal
azafrán
Preparación:
Primeramente, debemos de poner nuestras fabes a remojar en un bol con agua que las cubra la noche anterior, lo ideal es que estén al menos 12 horas hidratándose.
Tiramos el agua. En una cazuela ponemos las fabes y agua nueva que las cubra un par de dedos. Ponemos la cazuela a fuego fuerte para que hierva y cuando esto ocurra tiramos esta agua y ponemos otra nueva.
Llevamos nuestra cazuela al fuego de nuevo y le retiramos la espuma que aparezca. Cuando empiece a hervir le añadimos los chorizos, las morcillas y la panceta.
Reducimos el fuego (que se cocinen y estén todo el tiempo hirviendo, pero con el fuego lo más bajo posible) y seguimos espumando y también retirando la grasa que vaya apareciendo de los embutidos.
Cuando lleven una hora de cocción tenemos que "asustarlas" echándoles medio vaso de agua fría y lo repetimos cuando lleven 2 horas. Añadimos un poco de sal y unas hebras de azafrán.
A las 3 horas, seguramente estarán listas, probamos y rectificamos la sal, si lo necesita. Apartamos del fuego, una vez que estén y las dejamos reposar, como mínimo 1 hora.
Antes de servir nuestra fabada retiramos el compango (el chorizo, la morcilla y la panceta) y los cortamos para que en cada plato tengamos un trozo de cada uno.