Comencé con las reinitas o mejor, queenies. Ya sé que está en inglés y que yo contaba con la ventaja de haber visto el programa y haber tomado alguna nota previa, pero hay muchos traductores on line que introduciendo la dirección web traducen la página completa. Me encantó el concepto y el diseño de la página con la posibilidad de ir pinchando en ingredientes y pasos a medida que vas a haciendo la receta para facilitar su elaboración y organización. Me encontré que no tenía harina de castañas y recordé la preciosa tarta galega de castañas y manzanas de Frabisa, ganadora de la modalidad dulce del Concurso de Apicius, que explicaba cómo y dónde comprar on line esta harina y evidentemente era materialmente imposible tenerla ayer... Así que cambié los 100 gr de harina de castañas por una mezcla de 50 gramos de harina floja y 50 gramos de harina de almendras. En cuanto al sirope dorado (golden syrup) yo lo compré en Gibraltar (para que conste en acta que en Gibraltar hay otras cosas además de tabaco, bebidas espirituosas, perfumes y cosmética), pero he visto que se vende también on line, por ejemplo, en María Lunarillos a un precio similar que en Gibraltar (aunque no sé cuánto serán los gastos de envío).
El resto de la elaboración lo seguí a rajatabla y he de decir que con 15 minutos de horno las galletas salen demasiado doradas para mi gusto, pero viendo la foto original comprobé que tienen ese color. También que tras dejarlas enfriar siguen siendo delicadas y que se rompen con cierta facilidad, sobre todo cuando se les pone la mermelada y el merengue. Yo opté por dos tipos de mermeladas (naranja amarga y frambuesa) para tener dos sabores. Como no tengo soplete, doré los merengues en la opción gratinar del horno durante un par de minutos muy escasos (estad pendientes). Omití la decoración de azúcar moreno y miel porque, aunque queda más vistoso, entiendo que ya es lo suficientemente dulce, pero si os recomiendo que le pongáis en el mismo momento de comerlos un poco de ralladura de naranja o mandarina que le da frescor y el impagable aroma del cítrico.
Y continué con los bollitos corona, es decir, crown bun donde sustituí la manteca por mantequilla y que para pintarlos en lugar de huevo entero aproveché las dos yemas que me sobraron del merengue de las queenies. En esta receta hay un tercer paso de fermentación que no se hizo en el programa y que haciendo la prueba ayer en casa me parece que es innecesario. Así que hacemos la primera fermentación de la masa completa como indica la receta durante más o menos una hora, porcionamos, boleamos y damos forma, le hacemos los picos, pintamos con el huevo y dejamos fermentar unos 30 minutos y horneamos. Así quedaron y desaparecieron durante la cena porque están muy buenos, con un sabor suave y embriagador que hace imposible no repetir.
En lo que se refiere a organización de las recetas, las queenies se hacen en una hora y los bollitos en unas dos horas (teniendo en cuenta amasado, fermentaciones y horneado) por lo que en una tarde se hace bastante bien y con tiempo de sobra. Repetiré seguro porque me ha encantado cocinar y he disfrutado mucho las dos recetas londinenses de Tom y Henry.