DIFICULTAD: Fácil
TIEMPO DE PREPARACIÓN: 30 minutos
INGREDIENTES PARA CUATRO PERSONAS:
- Un bote pequeño de leche condensada (unos 370 gramos)
- Tomando ese mismo bote como medidor, un bote y medio de leche entera.
- Cuatro huevos.
- Media tarrina de queso de untar.
- 60 gramos de azúcar.
PREPARACIÓN:
Empezamos preparando el caramelo que, a parte de darle un toque dulzón, va a evitar que el flan se pegue y le va a aportar un color tostado muy interesante. Lo venden ya preparado en el supermercado, pero en realidad es sencillísimo de hacer en casa: en una taza echamos 60 gramos de azúcar y tres cucharadas soperas de agua. Removemos, lo metemos en el microondas a máxima potencia hasta que coja un color dorado y listo. Serán aproximadamente unos tres minutos, pero es mejor que vayáis controlando el tiempo con cuidado, no se os queme el caramelo.
Cuando esté listo, lo sacamos rápidamente (con cuidado porque la taza puede quemar) y lo vertemos sobre el fondo de una fuente de horno, extendiéndolo bien. Hay que darse prisa porque se va a enfriar en seguida y una vez que solidifique no vamos a poder extenderlo.
En una cazuela echamos los demás ingredientes: La leche condensada, la leche entera, los huevos y el queso de untar. Con ayuda de una batidora mezclamos bien todos los ingredientes sin que quede ningún grumo y vertemos la mezcla en la bandeja del horno.
Vamos a preparar el flan al baño María. Para ello necesitaremos una bandeja de horno más grande que la anterior, en la que ésta quepa sin problemas. Introducimos la pequeña dentro de la grande y llenamos la grande de agua hasta que al menos cubra todo el preparado del flan (ver la foto). Es importante que el agua no quede cerca del borde de la bandeja que contiene al flan, para que, cuando hierva, no le entre agua.
Precalentamos el horno a 180ºC con calor sólo por la parte inferior e introducimos el flan. A medida que se vaya calentando, el agua empezará a hervir y eso ayudará a que cuaje. Lo tenemos hasta que coja la consistencia adecuada. Con un cuchillo vamos pinchando el flan y, cuando veamos que el cuchillo sale limpio, el flan está listo.
Guardamos en la nevera al menos unas horas hasta que se enfríe y desmoldamos antes de servir con la ayuda de un cuchillo. No os preocupéis, si habéis echado el caramelo el flan saldrá sin ningún problema y no se os romperá, quedando una presentación perfecta.
Muy sencillo, verdad? Probadlo y me contáis! Como os decía al principio, este flan es menos empalagoso de lo que la leche condensada puede hacernos creer. Yo conseguí sorprender a mi invitado de lujo, esperemos que también os sorprenda a vosotros, que aproveche!!
Ya sabéis, si os gusta la receta o tenéis alguna sugerencia, dejadme un comentario. Gracias! ;)