Flan de leche condensada. Quizás es una de las recetas más sencillas y rápidas que he probado nunca. La he hecho infinidad de veces, pero me parecía tan básica que no la tenía en el blog.
Sin embargo, he decidido incluirla porque es verano y no apetece poner el horno, y porque este flan es adictivo, delicioso y fresquito. Os voy a incluir dos métodos de cocción, al baño maría en el fuego y en el microondas. Aunque os parezca una tontería, la textura cambia bastante; al hacerlos al baño maría la textura es suave y cremosa, muy cercana a un pudin, mientras que al hacerlos en el microondas tiene una textura más consistente, más parecida a gelatina. Para gustos, colores, así que probad ambas opciones, y ya decidís cuál es la vuestra.
Flan de leche condensada
Ingredientes:
1 bote pequeño de leche condensada (370 ml)
2 medidas de bote de leche (740 ml)
3 huevos
Elaboración:
En un bol batir bien los huevos. Añadir la leche condensada y remover hasta mezclar completamente. Por último, añadir en 2-3 veces la leche y remover bien hasta obtener una mezcla homogénea.Caramelizar* los moldes (aptos para microondas) y verter* la mezcla en los moldes.
Para microondas: Cocer 15-20 minutos al 70% de potencia.
Para baño maría: En una olla, colocar una rejilla baja (como esta). Cubrir de agua hirviendo el fondo de la olla hasta llegar la rejilla (unos 2-3 cm de profundidad). Colocar los moldes sobre la rejilla. Tapar la olla. Cocinar a fuego medio durante unos 30 minutos.
El flan está listo (en ambos métodos) cuando al pinchar con un palillo, notamos cierta resistencia, es decir, que ya no están líquidos. Dejar templar sobre la encimera.
Tapar y conservar en la nevera hasta 3-5 días.
Notas:
→ Es recomendable colar la mezcla al rellenar los moldes, por si queda algún trocito de huevo que no esté del todo batido o disuelto.→ Tenéis la receta de caramelo en la sección Ingredientes básicos