Los salmantinos somos muy nuestros y hoy en día, como no podía ser de otra forma, se sigue celebrando casi de la misma manera, aunque la prohibición de comer carne en Semana Santa sólo la respeta la generación de mis abuelos (y no toda) y las prostitutas de la ciudad no tienen que irse durante la Cuaresma. El caso es que en el Lunes de Aguas hay que organizarse bien, reunirse con la familia y los amigos y darle al hornazo y al vino, disfrutando de la compañía todo lo que se pueda.
Para el que no sea de Salamanca, el hornazo original, el charro, es una especie de empanada de embutido, con chorizo, lomo, huevo... muy consistente y que nos encanta a todos. No es la receta más dietética del blog, pero una vez al año, el Lunes de Aguas, no hace daño a nadie. Hay mil maneras de prepararlo y el secreto real de conseguir un buen hornazo está en la masa.
Si queréis un buen hornazo, comed uno casero. Los de las pastelerías, para alguien de afuera, no están mal, pero para un salmantino de verdad no son nada buenos. Generalmente, intentan abaratar costes a base de reducir la cantidad y la calidad de la carne del relleno. En la zona de la Sierra de Francia suelen añadirle un toque de anís a la masa (que personalmente no me gusta nada) o añadir el huevo sin partir (incluso con cáscara y todo). Como veis, como con cualquier receta, el hornazo tiene mil versiones pero si de verdad queréis probar el mejor del mundo (y sin exagerar), haced la receta de mi madre y no escatiméis en los ingredientes, que ahora mismo os cuento. Allá vamos!
DIFICULTAD: Media-alta.
TIEMPO DE PREPARACIÓN: Dos horas.
INGREDIENTES PARA LA MASA:
- Medio kg de harina.
- Un vaso (250 cl) de aceite de oliva.
- Un vaso de leche.
- Un sobre de levadura (mejor si es fresca).
- Un huevo.
- Sal.
INGREDIENTES PARA EL RELLENO:
- Un kg de lomo fresco en filetes.
- Un chorizo.
- Media docena de huevos cocidos.
PREPARACIÓN
Podemos estropear fácilmente un hornazo si, por ahorrarnos un par de euros, escogemos un relleno de baja calidad. Eso es lo que diferencia un hornazo casero de uno de panadería (que, por lo general, tiene mucha masa y poco relleno), así que si os decidís a hacerlo, comprad un buen chorizo y un lomo de calidad.
Empezamos el hornazo preparando la masa: mezclamos bien todos los ingredientes y amasamos con energía. Hacemos una bola grande y la dejamos que repose media hora aproximadamente.
Separamos la bola en dos pedazos y alisamos cada uno por separado con ayuda de un rodillo. Una de las dos capas la colocamos en una bandeja de horno para que sea la base de nuestro hornazo. Procurad no dejar una masa demasiado fina ya que el relleno es consistente y puede hacer que se nos rompa la masa al cogerlo. Espolvoreamos harina sobre la superficie de trabajo para que la masa no se nos pegue.
En una sartén freímos el lomo fresco a fuego fuerte, vuelta y vuelta, procurando que quede crudo por dentro. Se va a acabar de hacer en el horno, así que sólo queremos marcarlo, es decir, cerrarlo por fuera para que no se nos seque después. Cuando lo tengamos listo, dejamos que se enfríen cinco minutitos y los colocamos encima de la base del hornazo.
Partimos el chorizo en rodajas (por favor, un chorizo de calidad) y lo colocamos encima del lomo. Las rodajas que no sean ni muy finas ni demasiado gordas, algo intermedio.
Ponemos los huevos a cocer en una cazuela con agua y un chorrito de vinagre de vino. Tras 14 minutos hirviendo, los retiramos, los pelamos y partimos en rodajas para colocarlos encima del chorizo, tal y como vemos en la foto.
Cogemos la otra porción de la masa, que habremos alisado también, y la colocamos encima. Con ayuda de un tenedor, plegamos los bordes y los aplastamos para cerrar bien el hornazo, y pinchamos un poco la masa para que el vapor que se genere en el interior por la cocción de los ingredientes pueda escapar al exterior y no nos hinche la masa.
Si nos ha sobrado algo de masa, podemos añadir elementos decorativos para mejorar la presentación.
Si tenemos un pincel (y si no, con los dedos) untamos la superficie con huevo batido para que quede brillante cuando lo metamos al horno.
Poco más se puede decir. Horneamos a 180ºC hasta que la masa coja color doradito. Ya solo queda lo más difícil: encontrar una buena cantidad de amigos con los que compartir este manjar. Que aproveche!!
Ya sabéis, si os gusta la receta o tenéis alguna sugerencia, dejadme un comentario. Gracias! ;)