Hoy vengo con una receta tradicional de la cocina salmantina. Una receta que surgió como plato fuerte de los pastores que pasaban días fuera de casa y se popularizó después entre caballeros y cortesanas a la orilla de río Tormes a su paso por Salamanca. Se tomaba tradicionalmente en Semana Santa y también el lunes de Aguas, ocho días después del domingo de Resurrección. La tradición de tomarlo el lunes de Aguas se remonta a la época de Felipe II. En este periodo, durante la Cuaresma y la Semana Santa, las prostitutas de la Casa de la Mancebía tenían prohibida su permanencia en la ciudad y eran expulsadas al otro lado del río para evitar la tentación de estudiantes y señores. El padre de la Mancebía, popularmente conocido como Padre Putas, permitía su regreso a la capital el lunes siguiente al Lunes de Pascua. Entonces, vecinos y lugareños vitoreaban y celebraban la llegada de las cortesanas, incluso algunos remaban en barcas para ir a recogerlas, acompañados siempre de una buena ración de hornazo. Hoy en día sigue siendo tradicional celebrar en Salamanca el Lunes de Aguas tomando el hornazo a la orilla del río. La receta es parecida a una empanada, compuesta de masa y rellena de lomo, chorizo, jamón y huevo. La receta la he visto en el blog Potingues y Fogones.
INGREDIENTES:
450 gr. de harina de fuerza
100 ml de aceite de oliva virgen extra
75 ml. de vino blanco
50 ml. de agua
1 cucharadita de sal
1 pizca de azúcar
1 huevo y una yema
20 gr. de levadura fresca de panaderia
Para el relleno:
6 filetes de lomo
6 lonchas de jamón serrano
Chorizo en rodajas (que cubra la base del hornazo)
2 o 3 huevos cocidos
1 huevo para pintar el hornazo
PREPARACIÓN:
Disolvemos la levadura en el agua. Mezclamos en un bol con el aceite, el vino, los huevos y el azúcar. En el bol de la amasadora pondremos la harina con la sal, removemos bien y vamos añadiendo los líquidos poco a poco. Amasamos hasta conseguir una masa lisa, unos 7 u 8 minutos. Sacamos la masa y la dividimos en dos, dándole forma de bola a cada porción. Tapamos y dejamos unos 30 minutos, hasta que doblen su volumen.
Salpimentamos los filetes de lomo y los pasamos ligeramente por una plancha. Precalentamos el horno a 200º. Sacamos y estiramos las dos porciones de masa dándole la misma forma y tamaño. Ponemos una de las bases sobre papel vegetal para ir montando el hornazo. Primero ponemos la capa de rodajas de chorizo, después el jamón, continuamos con el lomo y terminamos con las rodajas de huevo cocido. Cubrimos con la otra masa estirada, recortamos los extremos sobrantes y sellamos bien con un tenedor. Decoramos con la masa sobrante. Hacemos un agujero en el centro para que salga el vapor por él y pintamos con el huevo batido. Metemos en el horno y horneamos durante unos 30 minutos. Cuando saquemos volvemos a pintar con huevo batido. Dejamos enfríar sobre una rejilla.
La hemos acompañado de un vino de nuevo con nombre curioso, El hombre bala, un vino de la D.O. Vinos de Madrid, un monovarietal de uva garnacha, elaborado por la bodega Comando G, cuya nota de cata es la siguiente: olor cereza de poca intensidad, poco cubierto, como es propio de la variedad, y la lágrima tiene una caída lenta. Los aromas de fruta fresca, bastante madura son intensos, golosos, con notas de pimienta negra en grano y silvestres que le aporta un tremendo frescor, notas balsámicas y un fondo de hierbas aromáticas y ligeramente láctico que le dan un aire de rusticidad muy interesante, entendiendo rusticidad como pureza, autenticidad. Su precio ronda los 16 euros.
Pues con estas dos propuestas os dejo el fin de semana esperando que disfrutéis al máximo de él.
Lidia.