Casi sin darme cuenta, ha llegado el verano, y en nada darán comienzo mis vacaciones, así que este desayuno me sabe más rico aún. ¡ ¡No veo el momento!!!!
La receta es muy fácil, y aunque ya sudes de sólo pensar en encender el horno, son apenas 15 minutos, y la recompensa bien vale la pena. Si te los puedes comer en un sitio tranquilo y con vistas al mar, ya lo tienes todo ;) Mientras tanto la cocina se enfría sola…
Los friands son unos bizcochitos hechos a base de harina de almendra, tiernos y jugosos. Tienen origen francés y allí son conocidos como financiers, y suelen tener forma rectangular.
Yo he hecho una versión alternativa, he utilizado aceite de oliva (que me perdonen los puristas, pero así son más saludables), y también pistacho molido.
Vamos a ver los ingredientes que necesitas para preparar estos ricos friands de pistacho, grosellas y miel. ( Unas 20 unidades)
– 90 gramos de aceite de oliva
– 90 gramos de harina de trigo
– 50 gramos de harina de almendra
– 50 gramos de pistachos molidos
– 50 gramos de pistachos picados en trozos grandes
– 210 gramos de miel
– 5 claras de huevo
– 150 gramos de grosellas
– una cucharada de café de levadura química (tipo Royal)
– azúcar glas
Para hacerlos, sigue estos pasos, y no hay fallo posible ;)
1. Pon el horno a 180 grados, calor arriba y abajo.
2. Engrasa los moldes donde los vayas a hornear con un pincel de cocina y un poquito de aceite de girasol. Yo he utilizado este fantástico molde de Silikomart, y el desmoldado es perfecto.
3. Mezcla bien todos los ingredientes a excepción de las grosellas, y las claras de huevo.
4. Monta las claras a punto de nieve.
5. Integra las claras montadas con la masa anterior, con cuidado para que se bajen lo mínimo.
6. Ve rellenando los moldes con la masa, hasta unas 3/4 partes de su capacidad.
7. Introduce en cada molde 3 ó 4 grosellas, apretando un poquito hacia abajo con el dedo.
8. Hornea unos 15 minutos a la misma temperatura. Pincha uno con un palillo y si sale limpio, ya están.
9. Desmolda en cuanto no te quemes, para que se enfríen al aire y no se humedezcan.
10. Espolvorea con azúcar glas cuando te los vayas a comer.
No quedan dulces en exceso, y cada bocado con la grosella resulta un toque ácido muy refrescante. Resulta un tanto peligroso pues no da sensación de que llenen, los tres primeros entran sin enterarte ;))
Bueno pues con este rico desayuno me despido por hoy.
¡Feliz domingo!
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