Esta es mi versión de este postre griego.
Vamos con los ingredientes:
375 g de pasta filo
150 g mantequilla
Para hacer la crema:
6 tazas de leche
1/2 taza de azúcar
1 cucharadita extracto de vainilla
1 taza de sémola
4 huevos
1 naranja
Para el jarabe:
1 taza de azúcar
1 taza de agua
1 limón
Como siempre, tanto la leche como la mantequilla que vamos a utilizar son sin lactosa.
Preparación:
Si preparamos antes los ingredientes y utensilios que vamos a necesitar, nos resultará más fácil y rápido hacer la receta.
Vamos a empezar haciendo la crema, para ello rallamos la cáscara de la naranja, batimos los huevos y reservamos.
Colocamos la leche, el azúcar y el extracto de vainilla en una cacerola a fuego medio hasta que se disuelva el azúcar y llevamos a ebullición.
Apartamos del fuego y a continuación vamos a ir añadiendo la sémola poco a poco, sin dejar de remover.
Vertemos los huevos batidos en la cacerola, mezclamos y colocamos al fuego bajo sin dejar de remover hasta que la crema espese.
Apartamos del fuego y añadimos la ralladura de naranja y removemos hasta que se integre bien o esté bien incorporada a la mezcla.
Una vez tenemos la crema hecha, vamos a montar el pastel, para ello, ponemos mantequilla en un cazo a fuego medio hasta que se funda.
Precalentamos el horno a 160ºC.
Mientras la mantequilla se derrite, sacamos la pasta filo del frigorífico. La pasta filo es muy frágil y necesita estar siempre húmeda. Un truco es coger un paño de cocina y humedecerlo con agua y cuando extraigamos la pasta del envoltorio, meterla entre el paño para que se mantenga moldeable.
Con ayuda de una brocha, pintamos la base de la fuente de hornear que vamos a utilizar. El molde que vamos a utilizar tiene un tamaño de 30x20x6 cm.
A continuación, extraemos una hoja de masa, la pintamos con mantequilla y la colocamos en la base de la fuente. Repetimos este paso con 12 hojas más.
Una vez tengamos la fuente cubierta por 13 hojas de masa filo, vertemos la crema y repetimos el proceso anterior con otras 8 hojas más de pasta filo en la parte superior, esta vez colocándolas dobladas por la mitad.
Con mucho cuidado y usando un cuchillo muy afilado, señalamos la parte superior del pastel dibujando unos cuadrados en la masa.
Horneamos durante 50 minutos.
Mientras el pastel se está horneando, vamos a preparar el almíbar o jarabe. Rallamos la cáscara de un limón y reservamos.
En un cazo a fuego medio calentamos el agua y el azúcar y removemos hasta que el azúcar se disuelva. A continuación agregamos la ralladura de limón, removemos bien y llevamos a ebullición. Cocinamos a fuego bajo durante 25 minutos o hasta que el jarabe se vuelva espeso.
Transcurrido el tiempo de horneado, sacamos el Galatoboureko del horno.
Vertemos el jarabe sobre la parte superior uniformemente y dejamos reposar durante 15 minutos.
Presentación:
Podemos servirlo caliente o a temperatura ambiente.
Colocamos la bandeja con el Galatoboureko en el centro de la mesa. Vamos a ir cortando siguiendo las marcas que hicimos en la superficie.
Se puede acompañar de fruta, helado o con café o infusión.
Ya veréis como este postre es irresistible, no solo por su sabor, sino también por sus aromas dulces y cítricos que a mí tanto me gustan.
Bon appétit!!!