Tienen el toque ácido que le confiere el limón y los arándanos unido al dulzor del azúcar moreno y para él es un sabor indescriptible.
Las cantidades que he utilizado son:
- 200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 280 gr de harina
- 1 huevo
- 120 gr de azúcar moreno
- 100 gr de arándanos ( frescos o desecados)
- 40 gr de pepitas de chocolate
- 1 cucharada de zumo de limón
- una pizca de sal.
Tamizamos la harina y le añadimos la pizca de sal.
En un cuenco ponemos la mantequilla con el azúcar moreno y batimos hasta que esté todo integrado. Le añadimos el huevo y el zumo de limón mientras seguimos batiendo.
Añadimos la harina tamizada poco a poco y finalmente echamos los arándanos y las pepitas y los envolvemos en la mezcla.
Formamos bolitas del tamaño de una nuez y las ponemos en la bandeja del horno separadas un poco unas de otras.
Metemos en el horno caliente a 180ºC durante unos 15-20 minutos (dependiendo del tamaño de las galletas).
Cuando las sacamos del horno las ponemos a enfriar en una rejilla.
Son muy rápidas de hacer y el sabor es realmente bueno, en casa les han gustado a todos y eso en mi caso ya es un triunfo.