¿A qué se habrá apuntado esta mujer ahora? Pues nada más y nada menos que al reto de El Asalta Blogs. La idea de este reto surgió en el blog Gastro Andalusí y consiste en "asaltar" a un blog cada mes con la idea de robarle una receta y traérosla el último domingo de ese mes ¡me encanta! La de blogs y recetas que voy a conocer jeje.
Así que aquí estoy ¡contentísima de estrenarme como asaltadora de blogs! Y mi primera víctima ha sido Raquel del blog Churretes de Cocholate. En cuanto vi el nombre del blog los ojos me hicieron chiribitas al imaginarme todas las delicias que me iba a encontrar ¡y no me equivoqué!
Después de mirar una y otra vez su blog y elegir cada nueva receta que veía como la definitiva (es lo que tiene ser indecisa en un blog con tantas recetas ricas jaja), en cuanto llegué a sus galletones de avellana con chips de chocolate blanco de repente decidí que esa era la definitiva. Y es que cuando llega el otoño con sus primeros días de lluvia y fresquillo me entra el mono de hacer galletas, y llevaba tanto tiempo sin hacer unas que ya me estaba entrando el gusanillo... Así que en cuanto las vi supe que esta era la receta que tenía que robar.
La verdad es que es una receta súper fácil, ideal para preparar una lluviosa tarde de otoño ¡incluso con los peques! Tiene una textura de galleta dura, tipo cookies, que me encanta, son de las que puedes comer a cualquier hora del día por que pegan con todo. Además quedan riquísimas, la mezcla de avellanas con chocolate blanco siempre es un acierto y cuando encuentras un trocito... ¡mmmmhh!
¡Muchas gracias Raquel por esta increíble receta! ¡Caerán más de una vez! ;).
Ingredientes (para 26 unidades aprox.)
70 gr. de azúcar blanco
70 gr. de azúcar moreno
180 gr. de harina
120 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
180 gr. de chocolate blanco para postres
100 gr. de avellanas tostadas
1 huevo mediano
1 cucharada pequeña de esencia de vainilla
5 gr. de levadura en polvo
5 gr. de bicarbonato sódico
1 pizca de sal Preparación
Comenzamos troceando el chocolate blanco con la ayuda de un cuchillo y pica las avellanas. Según lo grandes que quieras los trozos los puedes hacer con una picadora o con un mortero, como lo hice yo. Reserva.
Tamiza la harina, la levadura, el bicarbonato sódico y la sal y reserva.
Con la ayuda de una batidora con varillas eléctrica, bate un poco la mantequilla para que se deshaga y añade los dos azúcares. Sigue batiendo hasta que se hayan mezclado bien.
Añade el huevo y sigue batiendo. Una vez que el huevo se haya incorporado a la masa, añade la esencia de vainilla y continúa con la harina, incorporándola poco a poco. En cuanto esté mezclada la harina deja de batir. El resultado será una masa homogénea y espesa, pero suave.
Añade las avellanas y el chocolate blanco y mézclalo a mano con la ayuda de una espátula.
Coloca un papel vegetal para hornear sobre la bandeja del horno.
Si quieres que las galletas tengan un tamaño más o menos estándar, haz bolas de unos 30 gr., pero si las quieres del tamaño XXL como las que preparó Raquel, tendrás que hacerlas de unos 60 gr.
Coloca las bolas sobre el papel, aplástalas un poquito y mete la bandeja en el frigorífico.
Pon a precalentar el horno a 180ºC con calor arriba. Cuando esté caliente, mete la bandeja con las galletas unos 15 - 20 minutos, hasta que tengan un tono dorado.
Saca la bandeja del horno y pasa con mucho cuidado las galletas a una rejilla para que se enfríen ¡si consigues resistirte! ;).