Si a alguien tenemos que agradecer este postre que vamos a hacer hoy, es a Ruth Wakefiled ya que por el año 1933 y de forma fortuita fue la que creo las famosas cookies que vamos a cocinar hoy.
¿Y por qué digo que de forma fortuita? Pues porque como en la mayoría de los casos, a veces gracias a un despiste u olvido tenemos que recurrir a otras alternativas y eso fue lo que le pasó a Ruth.
Un día haciendo galletas de mantequilla se le olvidó el chocolate en polvo y decidió echarle trocitos de chocolate que tenía en casa. Ella esperaba que con el calor el chocolate se derritiera y obtuviera el mismo resultado que con el chocolate en polvo, sin embargo cuando sacó las galletas del horno y la dio entre sus huéspedes del hotel donde trabajaba, el resultado fue mucho mejor del que esperaba
Ingredientes:
Harina: 250 gramos
Huevo: 1 unidad
Mantequilla: 125 gramos
Azúcar Blanca: 125 gramos
Azúcar Moreno: 125 gramos
Bicarbonato: ½ cucharadita
Chocolate: 250 gramos
Nueces: 125 gramos
Esencia de Vainilla: 1 cucharada
Elaboración:
En un bol vamos a añadir el huevo y la mantequilla en pomada y lo movemos todo bien con unas varillas.
Cuando decimos “pomada” nos referimos a una textura que adquiere cuando se deja un tiempo fuera del frigorífico, no llega a estar líquida pero sí más blanda que cuando está en frío.
Una vez que está todo bien batido, añadimos el azúcar blanca y moreno junto con la esencia de vainilla y volvemos a mover.
Por otro lado mezclamos la harina con el bicarbonato. Cuando esté mezclado vamos añadiendo poco a poco la mezcla de harina y bicarbonato al bol y batimos. Iremos añadiendo y batiendo ya que si queremos batirlo todo de una vez nos costará más trabajo y el resultado no será igual.
Ya tenemos todo batimos y vemos como la masa está espesa pero húmeda. Le añadimos las nueces machacadas y el chocolate. En mi caso usé dos chocolates, el típico de pepitas que ya te viene así cuando lo compras y por lo otro lado cogí chocolate en tableta y lo machaqué con un mortero.
Volvemos a mover todo bien, cada vez nos costará algo más pero con algo de paciencia conseguiremos que todo quede bien mezclado.
Cuando esté todo bien mezclado, cogemos una rejilla con papel de horno para poner nuestras cookies.
Para darle la forma de nuestras cookies nos ayudaremos con una cucharadita, esa será la cantidad a usar para que no nos salga muy grande. Luego con las manos le daremos la forma redondeada.
Una vez estén todas las galletas con su forma correspondiente, la añadiremos al horno unos 12-15minutos a 180º.
Importante el tiempo. Con ese tiempo de cocción cuando saquemos las galletas veremos que están algo blanditas pero nada más que se enfríen se endurecerán un poco quedando crujientes y muy bien hechas por dentro.
Para que os hagáis una idea, han salido 30 cookies con esa cantidad.
Pues como hemos dicho, una vez que se ha enfriado un poco, solo falta invitar a vuestros amig@s a que las prueben y disfruten de ellas.