Primero haremos unas deliciosas galletas de mantequilla ideales para tomar con un café, con un sabor delicado y muy suaves, y además son ideales para que nos ayuden los niños a hacerlas y decorarlas.
Y después haremos unas, aún más, deliciosas galletas de mantequilla con chocolate, yendo un paso más allá, pues al delicado sabor de la mantequilla le sumamos el contundente sabor del cacao. Una mezcla perfecta para degustar unas galletas.
Antes de empezar quiero deciros que hice las galletas con mantequilla con sal, y os puedo asegurar que quedan absolutamente deliciosas. Deberíais probar, por lo menos, una de las masas con mantequilla con sal, y ver la diferencia.
Vamos a empezar con las galletas de mantequilla, necesitaremos:
- 300 grs. de harina.
- 2 cucharaditas rasas de levadura en polvo.
- 100 grs. de azúcar.
- 1 huevo grande.
- 150 grs. de mantequilla.
- Esencia de vainilla.
Lo primero, como siempre, es tamizar la harina con la levadura, y reservar.
Vamos a batir el huevo con el azúcar hasta que doble el volumen y adquiera un tono blanquecino.
Ahora añadimos la mantequilla en pomada o casi derretida junto con una cucharadita de esencia de vainilla, y batimos un poco para que se integre bien.
Poco a poco iremos añadiendo la harina, sin dejar de batir, hasta que se mezcle bien y no haya ningún grumo. Nos tiene que quedar una masa uniforme.
Una vez tengamos una masa uniforme, la guardamos en un bol, tapado con plástico, en la nevera durante un mínimo de 1 hora, para que la masa repose y se ponga durita, y la podamos trabajar mejor con los cortapastas, a la hora de darle formas.
Mientras reposa la masa vamos a ir haciendo la de chocolate, necesitaremos:
- 350 grs. de harina.
- 150 grs. de mantequilla.
- 75 grs. de azúcar glas.
- 1 sobre de azúcar vainillado.
- 1 huevo.
- 2-4 cucharadas de cacao en polvo.
- Esencia de mantequilla y vainilla.
Vamos a proceder igual que antes, vamos a tamizar la harina con la cantidad de cacao que decidamos, ya que depende del gusto de cada uno. Como veis, esta masa no lleva levadura.
Batimos el huevo con el azúcar, añadimos la mantequilla temperada, como antes, la esencia, y por último vamos incorporando la harina con el cacao, poco a poco.
Cuando tengamos una masa uniforme, la guardaremos, como antes, en la nevera, durante un mínimo de una hora.
Cuando haya cumplido el tiempo de refrigeración, sacamos las masas de la nevera, y con el rodillo las estiramos en la superficie enharinada, para que no se pegue, con un grosor de unos 4 mm. Las cortamos con los cortapastas elegidos o le damos la forma que más nos guste y las vamos a hornear a 180ºC durante 8 minutos las de chocolate y 10 minutos las de mantequilla. El tiempo ha de ser exacto, porque aunque nos parezca que no se han terminado de hacer, al sacarlas con el calor residual se terminan. Si las dejamos un poco más, se pasan y quedarían duras. Es mejor hacer primero una masa y cuando terminemos hacer la otra masa, así no pierde frío y empezará a sudar la mantequilla.
Y ya solo queda decorarlas al gusto de cada uno. Yo las decoré con mis hijos, dejando que cada uno hiciera lo que más les gustara. Y no sé quien se lo pasó mejor, si ellos decorando, y manchándose, o yo viéndoles.
Dos recetas super fáciles y que podéis hacer con los niños, que cosa tan bonita. Además las podéis guardar en una lata que duran unos cuantos días, si la escondéis bien, jejeje.