Me gusta la avena, pero tampoco es una cosa que me vuelva loca, la tomo a veces para desayunar o merendar, pero poco más. Sinceramente tiene un sabor un tanto soso. Ese es uno de los principales motivos por los que nunca había hecho galletas de avena. Sin embargo el otro tuve una crisis de dulce, esas en las que te mueres por comerte algo (dulce) y no tienes nada en la despensa. Suelo tenerlas de vez en cuando, (las crisis digo) sobre todo cuando me despierto de la siesta los domingos. Tenía dos opciones: la primera era ir al 24 horas que tengo bajo de casa y comprarme la guarrería más grande que tuviesen. La segunda era hacerme algo yo misma. Esta última opción era más laboriosa, pero también más saludable. Así que busqué una receta sencilla y que se hiciese rápida. ¿Os imagináis ya lo que hice?
RECETA DE GALLETAS DE AVENA Y NARANAJA
Ingredientes:
230 g de copos de avena
100 g de harina de espelta integral
150 g de azúcar moreno
1/2 cucharadita de levadura química
1 pizca de sal
2 huevos
150 ml de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de canela
Ralladura y zumo de 1 naranja
En un bol ponemos la harina, la avena, la levadura, el azúcar, la sal y mezclamos con ayuda de una espátula. En otro bol mezclamos el aceite, los huevos, el zumo y la ralladura de la naranja y la canela. Lo vertemos sobre el otro bol y removemos hasta que queden todos los ingredientes bien mezclados.
Pre-calentamos el horno a 180º y sobre una bandeja ponemos papel vegetal. Hacemos bolitas con la masa y las ponemos sobre la bandeja. Con ayuda de una cuchara sopera previamente humedecida aplastamos las bolitas y les damos forma redondeada. Horneamos durante 15 minutos o hasta que estén los bordes dorados. Sácalas del horno y ponlas sobre una rejilla hasta que se enfríen, despues guárdalas en un recipiente hermético, si estan bien cerradas pueden aguantar una semana.
Esta es una nueva forma de tomar avena sin que me parezca la cosa más insípida del mundo. Me como una galleta todos los días para merendar, junto con un vaso de leche y algo de fruta. Si no os gusta la naranja podéis hacerlas con trocitos de manzana, chips de chocolate, coco, miel… las posibilidades son infinitas.