Cuando las ví las encontré ideales, sin glasa ni fondant, sólo cubiertas con chocolate y decoradas con unos huevitos de colores, unas galletas muy monas y además sencillas de hacer.
Pero a decir verdad, no me han resultado tan fáciles como aparentaban, dificultad no tienen pero entretenidas lo son un rato.
Para hacer estas galletas en forma de nido se utiliza un prensa ajo, pondremos la masa de la galleta e irán saliendo los hilos de masa que simularán la paja, pero como el prensa ajos es tan pequeño, tienes que ir poniendo poca cantidad de masa cada vez para que salgan los hilos de galleta, lo que hace que se haga un poco largo el proceso.
Por tanto, poca dificultad pero un poco entretenido.
INGREDIENTES para 12 galletas
Para la masa:
-210 gr de harina de repostería
-70 gr de mantequilla a temperatura ambiente
-100 gr de azúcar glas
-5 gr de levadura química
-1 huevo
-una pizca de sal
Para la decoración:
-75gr de chocolate para fundir
-huevitos de chocolate
ELABORACIÓN
Poner todos los ingredientes de la masa en un bol y mezclarlos bien hasta conseguir una masa homogénea.
Dividir la masa en 12 partes iguales, unos 38 gramos.
Ir metiendo pequeñas porciones de masa en el prensa ajos e ir prensando, obteniendo hilos de masa hasta acabar los 38 gramos de masa (lo hice en unas cuatro veces), quedando los hilos continuos y cortando con un cuchillo cuando se acabe cada porción de 38 gramos.
Con el dedo o con la base de una cucharilla, presionar en el centro para formar el hueco del nido.
Cuando estén los 12 nidos formados, meter la bandeja en la nevera durante una hora.
Calentar el horno a 150º y hornear las galletas unos 12 minutos hasta que estén doradas.
Cuando salgan del horno se puede marcar un poco más el hueco del nido, ya que por la levadura, después del horneado dicho hueco se levantará.
Dejar enfriar las galletas sobre una rejilla.
Mientras, fundir el chocolate en el microondas y cuando las galletas estén frías, poner un poco de chocolate en el centro del nido y encima unos huevitos de chocolate.
Quedan una nidos monísimos, con su paja dorada y unos huevitos multicolor que harán las delicias de los peques.
Pero no son sólo bonitas, además están muy ricas. Recién hechas están crujientes y la pizca de sal de les da un sabor delicioso.
Animaros, seguro que os encantan.