Después de unas semanas sin publicar hoy os traigo una receta nueva que quería probar desde hace mucho tiempo. Los que me seguís en redes sociales ya sabéís que trabajo mucho la repostería creativa, de hecho podéis ver mis trabajos en este terreno en mi blog más dulce. Siempre he tenido la espinita clavada con respecto a las galletas decoradas sin gluten, ya que debido a las intolerancias siempre había niños que no podían tomarlas. Desde que probé el bizcocho de yogur sin gluten que publiqué hace unos meses tenía en mente adaptar la receta que preparo habitualmente para mis galletas decoradas a una sin gluten, usando la harina de arroz que tan buen resultado me dio en el bizcocho.
Son perfectas para decorar, algo más delicadas que las galletas normales de mantequilla, pero perfectas. Pero eso sí, a la hora de decorarlas también tenéis que tener cuidado con los ingredientes que usáis, si es fondant ya hay muchas marcas sin gluten, y el papel de aúcar igual, comprobáis que no lleve gluten. Yo suelo usar preparado de glasa para decorarlas, pero tampoco todas las marcas son sin gluten, así que tenéis que comprobar también, en la foto de abajo os pongo la marca que he usado yo de "royal icing". También tenéis que tener en cuenta que los colorantes no todos son buenos. También os dejo en la foto de abajo una de las marcas de colorantes que no lleva gluten.
Otra de las consideraciones a tener en cuenta es la limpieza del instrumental y electrodomésticos. Es necesario que todo esté muy limpio y no tenga restos de haber cocinado o manipulado alimentos con gluten. Teniendo en cuenta estas consideraciones podemos empezar con la receta.
INGREDIENTES:
200 gr. de mantequilla (la mía Hacendado)
500 gr. de harina de arroz (también la compré en Mercadona)
150 gr. de azúcar glass (la mía Azucarera). Si no váis a decorar la galleta podéis añadir algo más de azúcar
1 huevo entero mediano y 1 yema
Una cucharadita de esencia de vainilla (comprobad que esté libre de gluten)
PREPARACIÓN:
Yo normalmente hago la masa de las galletas en mi Kitchen Aid, con la pala plana. Aunque si no tenéis podéis usar la Themomix o algún robot similar o incluso a mano. La mantequilla siempre tendrá que estar a temperatura ambiente y lo huevos en caso de que los traigáis del super, si ya estaban en la nevera no los saquéis antes, para que no bajen de temperatura bruscamente. Batimos la mantequilla junto con el azúcar glass hasta integrarlo todo. Batimos ligeramente los huevos y añadimos. Paramos la máquina y añadimos la esencia de vainilla y seguimos batiendo bien. Por último, añadimos la harina de arroz tamizada y seguimos batiendo hasta conseguir una masa compacta, pero no muy dura.
Dividimos la masa en dos, y estiramos entre dos papeles vegetales cada porción, hasta alcanzar una medida de 0,6 cm, yo uso un rodillo con especial para conseguir estas medidas, pero si no tenéis comprobad vosotros mismos que la masa está uniforme por todos lados y que no queda muy gorda ni muy fina. Ponemos cada masa estirada en bandejas y llevamos al frigorífico durante unas horas, con dos será suficiente. Una vez pasado este tiempo cortamos con los cortadores, disponemos en una bandeja de horno protegida con papel vegetal, separadas entre ellas para que no se peguen. Volvemos a meter en el frigorífico durante unos minutos, los suficientes para precalentar el horno a 180º, una vez caliente metemos y horneamos durante 10 o 12 minutos, dependiendo de si os gustan más o menos tostadas. Como podéis comprobar la que lleva glasa en la foto tiene unos minutos más de horno que las demás, es cuestión de gusto.
Sacamos las galletas del horno, dejamos un par de minutos en la bandeja antes de sacarlas y ponerlas sobre una rejilla. Dejamos enfriar totalmente y guardamos en una lata hasta el momento de decorarlas. Si no las queréis decorar con glasa o fondant, podéis bañarlas en chocolate, añadirles azúcar en grano por encima, algún fruto seco....lo que más os guste, y si las dejáis más gruesas, de 1 cm. más o menos conseguiréis unas pastas de té estupendas. Vosotros decidís.
Las galletas han pasado la prueba de fuego. Le di una a mi hijo y se la comió sin reparar en que era distinta, pensó que se trataba de la receta de siempre. Así que podéis prepararlas para todos los niños, sean celiacos o no. Seguro que triunfáis.
Feliz fin de semana.