Ingredientes (os saldrán unas 30 galletas dependiendo del tamaño)
225 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente (dejarla media hora fuera de la nevera)
150 g de azúcar glas
1 huevo L
2 cdtas de extracto de vainilla
1 pizca de sal
400 g de harina de trigo todo uso
Preparación
Lo recomendable en esta receta es que os ayudéis de un robot de cocina para amasar, aunque también podéis hacerlo a mano; en este caso, armaros de paciencia y no os desaniméis.
En primer lugar comenzamos batiendo la mantequilla durante unos 10 segundos a velocidad media-baja, sin llegar a deshacerla. Añadimos el azúcar glas y batimos nuevamente durante unos 5 segundos a velocidad media, para que se incorpore a la mantequilla, pero sin integrarse por completo.
Es el momento de agregar el huevo y la esencia de vainilla. Batimos durante otros 5 segundos nuevamente.
Añadimos la pizca de sal y la mitad de la harina, previamente tamizada. Batimos unos 5 segundos y agregamos la harina restante. Batimos otros 5-10 segundos.
No es necesario que la masa esté perfectamente mezclada, ya que terminaremos de mezclarla a mano.
Enharinamos un tapete o papel de horno (yo suelo utilizar unos mantelitos individuales que venden en Ikea) y amasamos hasta que la masa quede homogénea pero sin pasarnos; de lo contrario entrará demasiado aire y luego no quedará tan lisa.
Separamos la masa en dos bolas y tomamos una de ellas. La aplastamos con las manos sobre la base de trabajo y la vamos estirando con ayuda de un rodillo enharinado. Podéis ayudaros de unas guías de madera a los lados de la masa para conseguir que el grosor sea uniforme.
Una vez extendida, la metemos a la nevera durante aproximadamente media hora. Este es el paso clave, ya que la masa fría hará que al cortar las galletas y meterlas al horno, conseguimos separarlas fácilmente y que no crezcan ni pierdan la forma durante el horneado.
Precalentamos el horno a 170º. Preparamos una bandeja de horno cubierta de papel encerado y disponemos sobre ella las galletas cortadas con las formas que más nos gusten. Debemos tratar de poner en cada bandeja galletas del mismo tamaño, para controlar mejor los tiempos y que no queden unas galletas más hechas que otras.
Horneamos durante unos 7-9 minutos, dependiendo del tamaño. Sabremos cuándo están hechas, porque se empezarán a poner los bordes dorados. Ojo! No dejéis que se doren las galletas porque para entonces ya estarán demasiado hechas y os quedarán duras y secas.
Sacamos las galletas y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Las conservamos en una lata o envase hermético hasta el momento de decorar.
Espero tengáis suerte y os queden unas galletas perfectas. Recordad! No amaséis en exceso y dejar enfriar!!!